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Posada
agradece a la justicia de EEUU
EL PASO, TEXAS. 9 de abril del
2011. Tras deliberar por sólo tres horas, un jurado de siete mujeres y
cinco hombres absolvió a Luis Posada Carriles el viernes de los 11
cargos de mentir a funcionarios de inmigración sobre una presunta
participación en atentados con bombas en Cuba en 1997, así como la forma
en que arribó a este país en el 2005.
Tan pronto como la jueza Kathleen Cardone leyó el veredicto
unánime de “no culpable”, Posada y sus tres abogados se
fusionaron en un apretado abrazo de varios segundos. Los fiscales
permanecieron impávidos en sus sillas.
Posada, en rueda de prensa, se mostró agradecido con Estados Unidos, el
jurado y sus abogados. También manifestó que el veredicto debe de servir
como ejemplo de justicia en Cuba.
“Me siento feliz”, declaró Posada, de 83 años. “Estoy sumamente
agradecido con los Estados Unidos de Norteamérica, con la atención, con
la justicia que me ha juzgado, con el jurado que encontró la absolución
y que lo que ha pasado sirva de ejemplo para la justicia de mi país,
Cuba, que está, desafortunadamente, en manos de un dictador”.
El veredicto fue una sorpresa para muchos observadores que esperaban que
el jurado deliberara varios días y encontrara a Posada culpable de al
menos algunos cargos. Nadie había previsto la absolución total de todos
los cargos por perjurio, fraude y obstrucción.
Los jurados rehusaron hablar con los reporteros y abandonaron la corte
por una puerta trasera. Los abogados de Posada especularon que los
jurados llegaron a la conclusión de que el gobierno atrapó a Posada en
un caso criminal en el cual la evidencia se exageró.
“Fue un rechazo total del caso del gobierno después de semanas de juicio,
más de 20 testigos y cientos de pruebas de cargo”, declaró Arturo V.
Hernández, el principal abogado de Posada. “Y este jurado dio un
veredicto de no culpable en menos de 120 minutos. No puedo acordarme de
ningún otro caso que cumpla con el mismo criterio”.
Hernández agregó que Posada regresaría a Miami junto con su familia en
unos días.
La absolución marcó la culminación de un juicio lento que duró 13
semanas y contó con 33 testigos de la fiscalía y la defensa. Igualmente
cierra un capítulo en la larga odisea legal de Posada en Estados Unidos.
Desde que Posada fue detenido por agentes de la Policía de Inmigración y
Aduanas (ICE) en Miami el 17 de mayo del 2005, los esfuerzos federales
por condenarlo han fracasado. En un proceso anterior, un juez de
inmigración en El Paso ordenó que fuera deportado a cualquier país con
excepción de Cuba y Venezuela. Pero ninguna nación ha mostrado voluntad
de aceptarlo.
A principios del 2007, Posada fue encausado por fraude de naturalización.
Se le acusaba de mentir acerca de cómo entró en el país. Cardone
desestimó el veredicto, argumentando que Posada había sido atrapado por
las autoridades federales durante su entrevista de ciudadanía.
Una corte de apelaciones restauró la acusación y el gobierno federal
agregó en el 2009 los cargos de perjurio relacionados con los atentados
de Cuba. Ahora ese esfuerzo ha fracasado también.
“Yo creo que esto no ha sido una victoria para mí y mis abogados que me
han defendido con tesón“, dijo Posada en la rueda de prensa. “Sino para
mi pueblo también”.
Al preguntársele por sus planes, respondió: “Bueno, mi camino no se ha
terminado todavía. La lucha ha cambiado pero sigue siendo la lucha”.
Los miembros del jurado comenzaron a deliberar el viernes antes de las 9
a.m. A las 11:57 a.m. anunciaron a Cardone que ya tenían el veredicto.
Puesto que todavía pesa en su contra una orden de deportación, pudiera
ser obligado a reportarse periódicamente a una oficina de inmigración.
Hernández exhortó a las autoridades federales a desechar todas las
investigaciones y posible casos futuros contra Posada.
“Ya es hora de que el gobierno deje de perseguir al señor Luis Posada
Carriles”, dijo Hernández. “Dejen en paz a mi cliente”.
Fuente: El Nuevo Herald. All Rights
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