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Disidente cubano llevará huelga hasta el final
Entrevista AP: 5 de marzo del 2010. Se lo ve debilitado
pero está consciente: el disidente cubano Guillermo Fariñas aseguró que
seguirá hasta las últimas consecuencias una huelga de hambre que comenzó
para exigir la liberación de presos en mal estado de salud.
"No es un suicidio, estoy pidiendo una cosa lógica, yo no estoy pidiendo
que me den el poder, no estoy pidiendo que Raúl (Castro) se vaya en un
avión, estoy pidiendo que suelten a 26 presos que los mismos médicos los
han diagnosticado como incompatibles" con la prisión, dijo Fariñas en
entrevista a la AP.
Insistió en que será "hasta las últimas consecuencias".
Dando por hecho su muerte, comentó que ésta "va a servir para demostrar
al mundo que el asesinato político es una cuestión institucionalizada".
El disidente dio la entrevista a la AP en casa en esta ciudad ubicada a
unos 300 kilómetro al este de la capital cubana.
Vestido de pijama blanco a rayas, con un bastón que lo ayuda a
transportarse Fariñas lleva 10 días de la medida, aunque el miércoles
sufrió una crisis hipoglucémica y en el hospital lo hidrataron.
Recibió 8 litros de lactosa, glucosa y agua en la sala de emergencia. Su
vocera Licet Zamora dijo, sin embargo, que los médicos rechazaron
ingresarlo en la sala de terapia intensiva alegando que él debía comer.
Fariñas, un psicólogo de 48 años quien también se define como periodista
independiente, comenzó su huelga horas después del fallecimiento del
disidente Orlando Zapata Tamayo ocurrido el 23 de febrero luego de un
ayuno de meses.
"La huelga es la forma que yo tengo de protestar ante el gobierno cubano
y de ponerlo en el estatus de victimario y mi causa como víctima",
afirmó ahora Fariñas. Indicó que su actitud es también un "homenaje" a
Zapata.
¿Está dispuesto el presidente Raúl Castro a dejarlo morir? se le
preguntó a Fariñas. Respondió que el mandatario "tiene un bagaje
intelectual menor que su hermano (Fidel) y no se percata de las
consecuencias que esto (su posible deceso) va a traer".
Raúl Castro lamentó la muerte de Zapata aunque las autoridades cubanas
reaccionaron varios días después con un reportajes de prensa para
enfatizar sobre el prontuario de delitos comunes del disidente, que
incluye causas de estafas y agresiones con machete.
Según el gobierno además, Zapata demandaba televisión, teléfono y cocina
en su celda. Sus correligionarios nunca desmintieron esta exigencia del
preso, pero alegaron que este había recibido maltratos.
Las autoridades también dijeron que era un reo común reclutado por los
disidentes y manipulado por Estados Unidos como parte de una política
hostil y una "campaña mediática" encaminada a presionar cambios en el
sistema comunista de gobierno.
Varios amigos y familiares de Fariñas, opuestos a su huelga de hambre,
indicaron que ingresarán al disidente para que sea alimentado
artificialmente si entra en estado de inconsciencia.
A lo largo de los 90 y la presente década, Fariñas realizó 23 huelgas de
hambre y ayuno, una de las más largas fue de varios meses en 2006 para
exigir que el gobierno permitiera conexión de Internet para todos los
ciudadanos. De esta última protesta había salido ostensiblemente
debilitado pues incluso debió pasar por terapia intensiva.
La opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos que dirige el disidente
Elizardo Sánchez y la iglesia Católica manifestaron su oposición a que
se realicen medidas extremas en las cuales se pongan en peligro la vida
a los activistas.
Fuente: © 2010 El Nuevo Herald.
Por Andrea Rodriguez
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