|
|
Descubrieron en Bolivia otra de las valijas de Chávez, similar a la de
Antonini e igualmente impune
Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Diciembre 20, 2007. El caso del avión
apedreado en Riberalta, Bolivia, hace poco más de diez días tiene un
ribete que recién se conoce ahora: el avión no llevaba armas (creencia
por la cual los habitantes de Riberalta apedrearon la aeronave) sino
personal militar. Entre el personal, un funcionario venezolano que
cargaba con un maletín con US$ 872 mil. Cualquier semejanza con el caso
de Antonini Wilson en la Argentina puede no ser tomado como una
coincidencia.
- El venezolano que llegó a la ciudad boliviana Riberalta con un maletín
con US$ 872 mil en efectivo se llama Luis Michel Klein Ferrer y, según
declaraciones del ministro de Gobierno boliviano, Juan Ramón Quintana,
es funcionario del Banco de Desarrollo de Venezuela (Bandes).
La aparición de este funcionario, que bajó del avión de la Fuerza Aérea
Venezolana que fue atacado por grupos opositores al gobierno de Evo
Morales el 6 de diciembre, según informes de prensa, marca y delata una
metodología que parece llevar a cabo Hugo Chávez en la región.
El funcionario declaró a la policía que se encontraba en esa ciudad (Riberalta)
para firmar la protocolización de un contrato de préstamo por US$
872.000 para el desarrollo de esa comunidad. Klein Ferrer, llegó a manos
de la policía cuando fue rescatado de la turba que se aprestaba a
lincharlo, sin embargo, al igual que Antonini Wilson, no quedó detenido.
Hacia principio de diciembre un grupo de pobladores de la localidad
boliviana de Riberalta atacó a piedrazos un avión de la Fuerza Aérea
venezolana dado que, supuestamente, el avión traficaba armas. Según
informó el gobierno de Morales, la nave transportaba a militares de esa
nación que debían realizar relevos de otros miembros del ejército que
Hugo Chávez tiene desplegadas en esa zona.
Por el ataque, el avión tuvo que despegar de inmediato, huyendo de la
turba y olvidando en tierra a uno de sus tripulantes, Luis Michel Klein
Ferrer, que cargaba con el maletín con el dinero.
Así, con la repetición de una metodología en común (para el caso de la
Argentina y Bolivia) el ataque a USA por parte de Hugo Chávez y Cristina
de Kirchner parece aún más una fábula más tendiente a acusar a los demás
en lugar de tomar la propia culpa.
Fuente: La Nueva Cuba.
Noticia relacionada:
EEUU: Gobierno de Chávez mandó dinero a Kirchner
Miami. 12 de diciembre, 2007. El vicefiscal federal Tom Mulvihill indicó
el miércoles que el dinero incautado en agosto a un
venezolano-estadounidense en Buenos Aires estaba destinado "a la campaña
presidencial de Cristina Kirchner".
La información se dio a conocer durante una audiencia para acusar a
cuatro hombres de no haberse identificado ante el gobierno
estadounidense como espías de otro país que intentaron un encubrimiento
y amenazaron un testigo involucrado en el caso. Los fiscales federales
sostienen que el plan involucra a altos funcionarios del gobierno del
presidente venezolano Hugo Chávez.
Fernández, la esposa del presidente saliente Néstor Kirchner, se
juramentó en el cargo apenas el lunes.
En Buenos Aires, la oficina del vocero de la presidencia argentina
informó el miércoles que no posee información sobre la acusación hecha
por fiscales federales de Miami.
"No tenemos la menor idea. Vamos a averiguar", respondió a AP una
funcionaria gubernamental que pidió no ser identificada.
Los 800.000 dólares le fueron decomisados a un venezolano-estadounidense,
Guido Alejandro Antonini Wilson, en Buenos Aires en agosto.
Argentina solicitó a Estados Unidos poco después la extradición de
Antonini bajo acusaciones de fraude, pero el caso que se le sigue en
Miami sugiere que el empresario venezolano-estadounidense ha pasado de
ser sospechoso a testigo clave. No se supo de inmediato el miércoles
cómo iba a reaccionar el gobierno estadounidense al pedido de Buenos
Aires.
La queja presentada en la corte federal en Miami indica que no se han
dado a conocer los nombres de la "fuente real", e inicialmente, tampoco
la del destinatario de esos fondos. Sin embargo, una declaración jurada
el FBI indica que los sujetos identificaron al candidato y la forma en
que impactarían sobre su campaña los informes de la existencia del
dinero.
Los sujetos, acusados de no haberse identificado ante el gobierno
estadounidense como espías de una potencia extranjera, son los
venezolanos Moisés Román Majonica, de 36 años; Franklin Durán, de 40 y
Carlos Kauffmann, de 35, así como el uruguayo Rodolfo Wanseele, también
de 40.
Todos ellos continuarán detenidos hasta que sean presentados para una
audiencia de fianza el lunes, y se espera que sean presentados ante la
corte para que hagan sus declaraciones de inocencia o culpabilidad el 28
de diciembre.
Un quinto sujeto se encuentra prófugo, pero no es el hombre que portaba
el portafolios, el venezolano-estadounidense Guido Alejandro Antonini
Wilson, a quien le fue incautado el dinero por la aduana argentina en
agosto.
Kenneth L. Wainstein, subsecretario de Justicia para la Seguridad
Nacional, dijo que previamente al anuncio de Mulvihill que la denuncia "subraya
el plan de agentes del gobierno venezolano de manipular a un ciudadano
estadounidense en Miami en un esfuerzo por ocultar un creciente
escándalo internacional. Estos arrestos deben alerta a otros agentes que
operan ilegalmente en Estados Unidos en nombre de poderes extranjeros".
Grabaciones de diálogos entre algunos de los hombres y altos
funcionarios del gobierno venezolano son algunas de las evidencias con
las que cuenta el FBI. Algunas de las grabaciones se produjeron la
oficina de la vicepresidencia de Venezuela, así como en el ministerio de
Justicia y el servicio de espionaje, dijeron fiscales federales el
miércoles.
Duran le dijo en algún momento a Antonini Wilson que el asunto implicaba
"a la cúpula del gobierno venezolano", pero también le advirtió a éste
que sus "acciones futuras podrían poner en riesgo la vida de sus hijos".
Un llamada telefónica al número de Antonini Wilson encontró el miércoles
que este había sido cambiado y es privado.
Las conversaciones al parecer giran en torno a cómo mantener en secreto
la fuente real del soborno de 800.000 de dólares que fue llevado de
Venezuela a Argentina por Antonini Wilson.
Antonini Wilson no está acusado en el caso, y ha afirmado a través de
sus abogados que cooperará con la investigación que llevan a cabo las
autoridades argentinas.
Majonica y Wanseele pidieron el miércoles a la corte les designe un
abogado. El abogado de Durán y Kauffmann, Michael Hacker, dijo que sus
clientes eran inocentes.
"Ellos han llevado vidas limpísimas", dijo Hacker.
Mulvihill indicó previamente que Durán tenía un avión esperándolo en la
pista el martes en el aeropuerto internacional de Miami, justo antes del
arresto de los hombres. Ello es indicio que algunos o todos querían huir
de Estados Unidos, dijo.
El dinero fue llevado a Argentina en un avión fletado por la compañía
eléctrica estatal de ese país. Antonini Wilson estaba acompañado por
funcionarios argentinos y empleados de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en
el vuelo que lo trasladó desde Caracas hasta Buenos Aires, cuando le
decomisaron el dinero.
Antonini Wilson tiene una residencia en Cayo Vizcaíno, cerca a Miami, y
retornó allí después de la incautación del dinero en el aeropuerto de
Buenos Aires, dijeron los funcionarios.
En Venezuela, un funcionario de PDVSA que viajaba en el mismo avión que
Antonini Wilson presentó su renuncia.
Kauffmann es accionista de la petroquímica venezolana Venoco y de la
proveedora de taladros petroleros Perforaciones Alborz C.A. Ambas
empresas mantienen relaciones con PDVSA.
Durán es otro accionista de Venoco y figura como socio de Antonini
Wilson en la empresa Foxdelta Invesments, radicada en Miami.
Durán también aparece como principal propietario de la importadora de
armas Ruibal y Durán, investigada por el congreso venezolano en el 2003
por adquirir unas 115 ametralladoras Uzzi para la policía de la
gobernación del estado Cojedes.
Durán le ha vendido equipos a gobernaciones locales y al Ministerio de
la Defensa, según reconoció el gobernador oficialista del estado central
de Cojedes, Jhonny Yáñez Rangel.
Fuente: http://www.azcentral.com/lavoz/spanish/us/articles/us_131120.html
Por Curt Anderson
Noticia relacionada:
Campaña
de Lula recibio dinero "Sucio" de Cuba
Los dólares, acondicionados en cajas de bebida, anduvieron por Brasilia
y Campinas hasta llegar al comité electoral de Lula en
San Pablo. Dos ex-auxiliares del ministro Antonio Palocci confirmaron la
historia a VEJA. Son ellos: Rogério Buratti y Vladimir Poleto, que
transportó el dinero de Brasilia para Campinas a bordo de un avión
Seneca
Brasilia. Brasil. Octubre 29,
2005. La gran interrogante todavía no respondida sobre el escándalo que
sorprendió al gobierno y al PT en un enorme esquema de corrupción es la
siguiente: al final, de donde vino el dinero que abasteció la “caja dos”
del partido? Esa es la pregunta que intriga las comisiones
parlamentarias de investigación y las investigaciones policíacas. Puede
ser que los recursos clandestinos del PT hayan venido de una sola fuente,
pero lo más probable, dada a abundancia de dinero, es que tengan origen
en varias fuentes. Una investigación de VEJA, iniciada hace cuatro
semanas, indica que una de las fuentes fue Cuba. Si, la isla de Fidel
Castro, donde el dinero es escaso hasta para colocar puertas o filtro de
agua en las escuelas, despachó una montaña de dólares para ayudar en la
campaña presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva. La investigación de
VEJA descubrió que:
• Entre agosto e septiembre de 2002, el comité electoral de Lula recibió
3 millones de dólares venidos de Cuba. Al llegar a Brasilia, por medios
que VEJA no consiguió identificar, el dinero quedo bajo los cuidados de
Sérgio Cervantes*, un cubano que ya sirvió como diplomático de su país
en Río de Janeiro y en Brasilia.
• De Brasilia, el dinero fue llevado para Campinas, a bordo de un avión
Seneca, acondicionado en tres cajas de bebida. Eran dos cajas de wísky
Johnnie Walker, una de tipo Red Label e otra de Black Label, y una
tercera caja de ron cubano, Habana Club. Quien llevó el dinero fue
Vladimir Poleto, un economista y ex-auxiliar de Antonio Palocci entonces
en la prefectura de Riberón Prieto.
• En Campinas, el dinero fue recogido en el Aeropuerto de Viracopos por
Ralf Barquete, también ex-auxiliar de Palocci en Riberón Prieto.
Barquete llegó a bordo de un automóvil Omega negro, blindado, dirigido
por Éder Eustáquio Soares Macedo. De Viracopos, el carro fue para San
Pablo, para dejar las cajas en el comité de Lula en la Vila Mariana,
Zona Sur de la capital paulista, a los cuidados del entonces tesorero
del PT Delúbio Soares.
La historia encima, resumida en tres tópicos, fue confirmada a VEJA por
dos fuentes altamente relevantes, dado el pleno acceso que tuvieron a
los detalles del caso. La primera fue el abogado Rogério Buratti, que
también trabajó en la prefectura de Riberón Prieto en la gestión de
Palocci. Procurado por VEJA el día 20 de octubre, un jueves, Buratti
recibió la revista en el restaurante del hotel San Diego, en Bello
Horizonte. La entrevista duró dos horas y media. Buratti no quería
hablar sobre el asunto, pero no se limito al confirmar lo que sabía. "Fui
consultado por Ralf Barquete, a pedidos de Palocci, sobre como hacer
para traer 3 millones de dólares de Cuba", dijo Buratti. Según él, la
consulta sobre la transacción cubana ocurrió durante un encuentro de los
dos en el Tennis Park, un club de Riberón Prieto donde Buratti y
Barquete acostumbraban a jugar tenis por la mañana. Buratti sugirió
internar el dinero cubano por la vía que le parecía más fácil. "Dije que
podría ser a través de ‘doleros’." El abogado relata que, después de eso,
no tuvo mas contacto con el asunto, pero días después fue informado de
su conclusión. "Sé que el dinero vino, pero no sé como." Las
declaraciones de Buratti fueron gravadas con su consentimiento. VEJA
relató al ministro Palocci la historia contada a la revista por sus ex-auxiliares.
El comentario del actual ministro fue: "Nunca escuché hablar nada sobre
eso. Por lo que estoy oyendo ahora, me parece algo muy fantasioso".
La otra confirmación vino de una fuente todavía más calificada, ya que
tuvo participación directa en la ‘Operación Cuba’: el economista
Vladimir Poleto, que hoy trabaja como consultor de empresas. Poleto
recibió a VEJA el día 21 de octubre, un viernes, en el bar del hotel
Plaza Inn, en Riberón Prieto. La conversación se extendió desde las 10
da noche hasta las 3 de la madrugada. Poleto, a pesar de la larga
duración del contacto, estaba asustado la mayor parte del tiempo. "Esa
historia puede derrumbar el gobierno", dijo el más de una vez, siempre
pasándose sus manos por la cabeza, en señal de nerviosismo y
preocupación. En el transcurso de la entrevista, sin embargo, Poleto
confesó que él mismo transportó el dinero de Brasilia a Campinas,
volando como pasajero en un aparato Seneca en que estaban el piloto y él
solamente. Resaltó que, en la ocasión, no sabía que llevaba dinero.
Creía que era bebida. "Yo Tomé un avión de Brasilia con destino a San
Pablo con tres cajas de bebida", dijo. "Después de lo sucedido, es que
supe que tenía dinero dentro de una de las cajas", completó: "Quien me
dijo eso fue Ralf Barquete. El valor era 1,4 millón de dólares". Luludi/Ag.
Luz
Poleto cuenta que, cuando recibió la misión de tomar el dinero cubano,
fue orientado a ir al Aeropuerto de Congonhas, en San Pablo. Allí,
embarcó en el Seneca, prestado por Roberto Colnaghi, un empresario amigo
de Palocci y uno de los mayores fabricantes de equipamientos para
irrigación agrícola del país. El avión despegó temprano de Congonhas,
por vuelta de las 6 y media de la mañana, y llegó a Brasilia en torno de
las 10 de la mañana. Al contrario de lo que fue combinado, no había
ningún carro a la espera de Poleto en el aeropuerto de la capital
federal. Allá, por vuelta de las 11 de la mañana, llegó una “Van”.
Después de embarcar en ella, Poleto fue llevado a un apartamento en
Brasilia, de cuya dirección no se recuerda. Fui recibido por un cubano,
negro e alto, que le entregó las tres cajas de "bebida", lacradas con
cintas adhesivas. "Recuerdo que era un apartamento simple", dice. De
regreso al aeropuerto de Brasilia, las cajas fueron embarcadas en el
Sêneca y se inició el viaje de regreso, que, por causa del mal tiempo,
terminó en el Aeropuerto de Viracopos, en Campinas, y no en Congonhas.
Por celular, Poleto avisó al amigo Barquete de la alteración de
aeropuertos y fue orientado a no despegarse de las cajas. Por vuelta de
las 7 da noche, Barquete, que venía de Congonhas, llegó a Viracopos.
Estaba en un Omega negro, dirigido por Éder Eustáquio Soares Macedo, que
hoy trabaja como chofer de la representación del Ministerio de Hacienda
en Río de Janeiro. El chofer ayudó a colocar las cajas en el maletero y
dirigió el carro hasta San Pablo, donde el material fue entregado al
tesorero del PT Delúbio Soares. "Nunca recibí dinero de Ralf Barquete",
mando a decir el ex-tesorero del PT. La semana pasada, Éder Macedo
confirmó la expedición a VEJA. "No me acuerdo del día en que eso sucedió,
pero sucedió",dijo. Por alguna razón Éder Macedo, poco después de esa
confirmación, entendió que no debería hablar del asunto y no atendió más
las llamada por teléfono de VEJA, impidiendo así que la revista pudiese
confirmar con él otros detalles. El Omega era alquilado por el comité
electoral del PT. El dueño de la empresa que alquiló el carro se llama
Roberto Carlos Kurzweil, otro empresario de Riberón Prieto. Kurzweil
confirmó a VEJA que cedió los servicios de Éder Macedo, entonces su
chofer, para el PT.
Un petista (del PT) que pidió para que su identidad no fuera revelada
contó a VEJA que, por parte del gobierno de Cuba, quien tomó la
responsabilidad de la operación fue Sérgio Cervantes. Él es cubano,
negro y alto, confiriendo con la descripción que Poleto hizo del sujeto
que le entregó las tres cajas de "bebidas" en Brasilia. Cervantes vivió
en un modesto apartamento en la capital federal, localizado en el Ala
Sur, por lo menos hasta 2003, cuando dejó el puesto de consejero
político de la embajada cubana en Brasil. Cervantes es, de hecho, el
hombre de las operaciones delicadas. Fue la primera autoridad cubana a
encontrarse con un funcionario del gobierno brasileño para tratar de la
reanudación de las relaciones diplomáticas entre Brasil y Cuba, que fue,
finalmente consumada el 14 de junio de 1986. "En Cuba, quién trata de
este tipo de misión, así como sucedía en la URSS y en los países
comunistas, son espías. Cervantes es agente del Ministerio del
Interior", dice un diplomático brasileño que lo conoce personalmente.
Cervantes también fue cónsul de Cuba en Río de Janeiro. Es íntimo de los
petistas (militantes del PT).
En marzo de 2003, cuando dejó el cargo en la embajada, Cervantes, que es
amigo de Fidel Castro y dirigente del Partido Comunista de Cuba, dio un
abrazo fraternal de despedida en el propio presidente Lula y en el
entonces ministro José Dirceu. La escena fue fotografiada y la imagen
está publicada en esta página. Cervantes conoció a Lula todavía en los
tiempos del movimiento sindical, del ABC paulista. Se hizo también gran
amigo de José Dirceu. Ellos se conocieron en los finales de la década
del 60, cuando Dirceu se fue como exilado a la isla, y nunca más
perdieron contacto. Cervantes es quien acostumbra a recibir a Dirceu en
sus visitas a la Cuba. En julio del año pasado, por ejemplo, cuando el
entonces ministro de la Casa Civil pasó una semana de descanso en Cuba,
Cervantes fue a recibirlo en el aeropuerto y lo llevó para un encuentro
con Fidel Castro. En retribución, el agente cubano recibió una caja con
piezas de repuestos para su automóvil, producto escasísimo en Cuba.
Cervantes niega que haya habido ayuda financiera de Cuba para Lula.
"Cuba lo que está es precisando de dinero. Como es que puede mandar?",
dijo. "Eso no es verdad."
La investigación de VEJA, asociada a las confirmaciones de dos testigos,
compone un cuadro sólido respecto a la operación del dinero cubano, pero
hay un punto que merece reflexión. Buratti y Poleto presentan
declaraciones fuertes y comprometedoras, pero las basan en lo que
escucharon hablar de Ralf Barquete – un testigo que ya no puede ser oído.
El 8 de junio de 2004, Barquete murió víctima de cáncer, a los 51 años.
Sería posible que Buratti y Poleto estuvieran sustentando una historia
falsa con base en un muerto, sólo porque no puede contestarla? En el
submundo del dinero clandestino y de las operaciones secretas, casi todo
es posible y sería fútil descartar la hipótesis de que la gran víctima
fuese el muerto. Los contornos de los hechos y los detalles de los
perfiles de los envueltos, sin embargo, muestran que ni Buratti ni
Poleto están combinados en una armazón mentirosa. Comenzando por el
hecho de que, entrevistados por VEJA en días, locales y ciudades
distintas, ambos cuentan una historia semejante, pero no idéntica.
Buratti dice que supo que Cuba mandó 3 millones de dólares. Poleto, 1,4
millones.
Es poco probable que en una versión montada haya divergencia sobre un
detalle tan central, pero hay otro dato más relevante – el de que
Vladimir Poleto, después de decir todo lo que dijo a VEJA, cambió de
idea. Él mandó un e-mail para la revista pidiendo para que no se hiciera
"uso do contenido" de la conversación. Allí, sugiere que no autorizó la
grabación del diálogo y da a entender que, después de "algunas cervezas",
puede Haber caído involuntariamente en el "exacerbamiento de
posicionamientos". VEJA respondió el e-mail, indagando las razones que
lo habrían llevado a un cambio tan radical de postura, pero Poleto no
respondió. Por esa razón, la revista mantiene, en el cuerpo de este
reportaje, los términos del acuerdo sellado con el entrevistado, que
autorizó la publicación del contenido de la conversación y la revelación
de su identidad. Hubo incluso una grabación de la entrevista, también
debidamente autorizada por Poleto. La grabación, con siete minutos de
duración, resume, en la voz de él, los trechos más importantes de las
revelaciones que hizo en cinco horas de conversación en el Plaza Inn. La
tentativa de retroceso de Poleto es una expresión del peso de la verdad.
El aspecto más decisivo de la sinceridad con que Buratti y Poleto
hablaron de Barquete tal vez sea el hecho de que ambos tienen un
profundo respeto por la memoria del amigo fallecido. Los tres fueron
amigos íntimos hasta la muerte de Barquete. Las familias se conocían y
se visitaban. Poleto, hasta hoy, es un amigo muy próximo del Hermano de
Barquete, Ruy Barquete, que trabaja en la Procomp, una gran
suministradora de terminales de lotería para la Caja Económica Federal.
Hasta la viuda de Barquete, Sueli Ribas Santos, ya comentó el asunto.
Fue en un período en que se encontraba disgustada con el PT por entender
que su fallecido marido estaba siendo crucificado. Buratti denunció que
el entonces prefecto Palocci recibía un mensualón (una mensualidad
ilegal) de 50.000 reales de una empresa de recogimiento de basura– y
quien recogía el dinero era el secretario da Hacienda, Ralf Barquete. La
viuda protestó: "Ellos recogían dinero hasta de Cuba!" La protesta fue
hecha frente a un empresario de Riberón Prieto, Chaim Zaher, dueño de
una escuela y de una facultad, además de una emisora de radio. Zaher no
fue encontrado por VEJA para hablar del asunto. La viuda, que ya no
tiene problemas con el PT, lo niega.
La amistad entre Barquete, Buratti y Poleto prosiguió en Brasilia, con
la pose del gobierno del PT. Ellos acostumbraban frecuentar una misma
casa, alquilada en un barrio noble de Brasilia, en la cuál discutían
eventuales negocios que pudieran ser hechos teniendo como gancho la
influencia que tenían ante el ministro de Hacienda. El propio Palocci
frecuentó la casa, a la cual los amigos llamaban de "central de negocios".
La casa fue alquilada por Poleto, que pagó adelantado y en dinero cash
los primeros meses de alquiler. Fueron 60.000 reales. "Era para ser una
especie de punto de referencia para quien quisiera hacer negocios en
Brasilia", dice Poleto. El grupo de amigos de Riberón Prieto que iba a
la casa era más amplio. Incluía al empresario Roberto Colnaghi, el dueño
del Seneca que voló con los dólares cubanos. Y no sólo: Colnaghi también
es uno de los socios del jato Citation, matrícula PT-XAC, que estaba a
disposición de Palocci durante la campaña de Lula. La casa era
frecuentada también por Roberto Kurzweil, el dueño del Omega blindado en
que Barquete transportó los dólares cubanos. Kurzweil también era dueño
del blindado usado por el entonces tesorero del PT Delúbio Soares.
De Cuba, se sabe que no sale dinero privado, por lo menos no en
cantidades expresivas. No hay un empresario privado altamente exitoso
que pueda interesarse en despachar recursos para el PT, o incluso una
ONG – política, humanitaria, ecológica, o lo que fuera – que,
clandestinamente, pudiera querer ayudar a los petistas en su proyecto
para gobernar Brasil. Por esa razón, es lícito suponer que el dinero que
llegó a la “caja dos” del PT debe Haber salido solamente de dos lugares
que, en el fondo, constituyen uno solo: los cofres del gobierno cubano o
los cofres del único partido político legalmente organizado, el Partido
Comunista Cubano. Eso significa decir que el Estado cubano, con su
contribución financiera, sea ella de 3 millones de dólares, sea de 1,4
millón, procuró interferir en los rumbos de la política brasileña. En la
historia de la humanidad, son innúmeros los casos en que un gobierno
extranjero intenta influir en los destinos de otro. Pero quien cedió a
los encantos de Cuba cometió un delito. Y grave.
La Ley 9096, aprobada en 1995, informa que le es prohibido a un partido
político recibir recursos desde el exterior. Si eso ocurre, el partido
está sujeto al cancelamiento de su registro en la Justicia Electoral. O
sea: el partido precisa cerrar las puertas. El candidato de ese partido
– el presidente Lula, en este caso – no puede ser legalmente
responsabilizado por nada, ya que su diplomación como electo aconteció
hace mucho tiempo. El recibimiento de dinero extranjero, sin embargo, no
se resume a ese cuadro simple. "Eso es la cosa más grave que existe",
dice el profesor Walter Costa Porto, especialista en derecho electoral y
ex-ministro del Tribunal Superior Electoral (TSE). "Es tan grave, pero
tan grave, que es la primera de las cuatro situaciones previstas en la
ley para anular el registro de un partido político. Eso es un atentado a
la soberanía del país. Es letal", comenta el ex-ministro. Caso las
investigaciones oficiales confirmen que el PT recibió dinero de Cuba, y
el partido venga a tener su registro cancelado, el escenario político
brasileño será barrido por un Katrina: eso porque los petistas, sin
partido, no podrían candidatarse en la elección de 2006. Ni el
presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
*Sergio Cervantes ha sido por más de dos décadas un veterano oficial
de los servicios de inteligencia cubanos y el Jefe de Buró Brasil del
Departamento América, el aparato de subversión del régimen cubano para
Latinoamérica.
Fuente: Por Policarpo Junior (Revista Veja)
La Nueva Cuba
Octubre 29, 2005
Nota del editor:
Como ya es frecuente siguen apareciendo las conexiones del
narco-comunismo en toda Latinoamérica... ¡Cuidado hombres independientes,
su libertad esta en juego... !
|
|