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EEUU desea hablar más de
inmigración con México
Washington DC. martes 04 de septiembre del
2007. El Departamento de Estado dijo el martes que "desea continuar
trabajando" con el gobierno mexicano en materia de inmigración,
particularmente en cuanto al trato que reciben los migrantes de ese país
en Estados Unidos, que según el presidente Felipe Calderón era de
persecución y vejación.
El comentario se deriva de las críticas que Calderón formuló contra
Estados Unidos el domingo por las medidas unilaterales que estaban
aplicando las autoridades contra millones de indocumentados mexicanos
luego de fracasar en el Congreso estadounidense un proyecto de reforma
de las leyes de inmigración.
"Si el presidente Calderón tiene ideas o preocupaciones que quisiera
tratar con nosotros, estoy seguro de que estaremos complacidos de oírlas",
dijo el portavoz Tom Casey. "Nosotros reconocemos, y eso es importante,
que los temas de inmigración afectan a ambos países y requerimos la
capacidad de trabajar juntos para enfrentarlos".
En su mensaje a la nación, Calderón expresó su "enérgica protesta" por
las medidas unilaterales tomadas por el Congreso y gobierno de
Washington que, dijo, "exacerban la persecución y el trato vejatorio en
contra de los trabajadores mexicanos no documentados".
Igualmente, expresó su rechazo al proyecto estadounidense de construir
un muro de más de 1.100 kilómetros en la frontera común.
Casey dijo a la prensa hablando en el Departamento de Estado que Estados
Unidos deseaba "continuar trabajando con el gobierno del presidente
Calderón para asegurar que aun cuando estamos aplicando nuestras leyes,
lo hagamos de manera que se respete la dignidad de los afectados y que
no se ponga a nadie bajo presión de ningún tipo".
Preguntado si la actual percepción del gobernante mexicano obstruía la
cooperación de México con Estados Unidos en otras áreas, como la
seguridad, Casey dijo que no.
"No creo que nada de que haya ocurrido recientemente va a afectar
nuestra cooperación básica con nuestros amigos mexicanos en otros campos",
comentó.
Un acuerdo de inmigración ha sido la columna vertebral del presidente
Vicente Fox, antecesor y correligionario de Calderón. Al no haberlo
alcanzado durante el sexenio de Fox, Calderón dijo que dejaría de
enfatizar ese propósito y trataría de mejorar más bien el ambiente en
México para recibir más inversiones y crear los empleos que buscan los
mexicanos al emigrar.
Noticia relacionada:
Dura crítica de Calderón a
Washington
Mexico D.F. Septiembre 3 de 2007. El presidente Felipe Calderón
arremetió ayer contra Washington por medidas unilaterales en materia
migratoria que afectan a los millones de indocumentados mexicanos en
Estados Unidos.
''A nombre del gobierno de México nuevamente externo una enérgica
protesta por las medidas unilaterales tomadas por el Congreso y el
gobierno de Estados Unidos que exacerban la persecución y el trato
vejatorio en contra de los trabajadores mexicanos no documentados'',
dijo el mandatario durante un mensaje a la nación con motivo de su
primer informe de gobierno.
En medio de una ovación de varios minutos de los cientos de asistentes a
su discurso en el Palacio Nacional, Calderón también reiteró su rechazo
al proyecto estadounidense de construir un muro de más de 1,100
kilómetros en parte de su frontera común con México.
El presidente aseguró que Estados Unidos ha mostrado una ''insensibilidad''
hacia los indocumentados mexicanos, a pesar de que aportan mucho a su
economía y sociedad. Dijo, sin embargo, que esa ''insensibilidad'' ha
sido ''un aliciente para redoblar la lucha'' por la búsqueda de un
acuerdo migratorio que beneficie a ambos países.
''El gobierno de México seguirá insistiendo firmemente ante la sociedad
y el gobierno de ambos países, en la necesidad de una reforma migratoria
integral y en el rechazo categórico a la construcción de un muro en
nuestra frontera común'', añadió el político ante su gabinete,
legisladores de algunos partidos, representantes diplomáticos y
empresariales, aunque sin la presencia de miembros de la izquierda que
lo desconoce como presidente.
Poco más de 11 millones de mexicanos radican en Estados Unidos, y cerca
de la mitad de ellos están sin documentos. Además, las autoridades
estiman que cada año más de medio millón de mexicanos intentan cruzar la
frontera para llegar al vecino país del norte.
Estados Unidos ha establecido diversas políticas migratorias que han
sido criticadas por México en otros momentos, como el aumento de
deportaciones que han implicado la división de familias.
Uno de los casos más sonados es el de la indocumentada mexicana Elvira
Arellano, que fue deportada hace un par de semanas después de haber
pasado un año en una iglesia de Chicago para impedir que fuera separada
de su hijo de 9 años, quien es ciudadano estadounidense. Las autoridades
estadounidenses también buscan imponer sanciones a empleadores que
contraten a indocumentados.
Calderón pronunció un mensaje desde el Palacio Nacional,
un día después de que no pudo
hacerlo desde el Congreso, como había sido una tradición, luego de que
los partidos acordaron que sólo entregara su informe por escrito.
Fuente de ambas noticas: El Nuevo
Herald
Nota del MCUD
Gobierno de EE.UU. le responde amablemente al gobierno de México quien
se queja pues quiere legalicen a sus ciudadanos en EE.UU.
El gobierno de México usa doble moral y rasero cuando por otro lado
según denuncias de human right watch no ofrece el mejor trato y deporta
sin contemplaciones a todos los extranjeros ilegales que arriban a su
suelo.
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