M.C.U.D.

 

MOVIMIENTO CUBANO UNIDAD DEMOCRÁTICA

"Trabajando juntos por Cuba Libre"

 
M.C.U.D.
QUIENES SOMOS
OBJETIVOS
INFO CUBA
OPOSICION
DOCUMENTOS
CUBA EN FOTOS
ARCHIVOS
EVENTOS
DONACIONES
ENLACES

 

 
 

Noriega explica metas para Cumbre Extraordinaria de las Américas

(Urgen por acciones para hacer compromisos originales) (4590)

Aunque las naciones del Hemisferio Occidental hayan logrado grandes> avances desde la primera Cumbre de las Américas de 1994, todavía queda
mucho por hacer para cumplir los compromisos que hicieron los dirigentes
regionales en aquel acontecimiento fundador, dice Roger Noriega,
secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental.

En declaraciones realizadas en el Centro Mundial de Comercio de Chicago el
17 de diciembre, Noriega analizó la política del presidente Bush respecto
al Hemisferio Occidental y ofreció un análisis de algunos de los problemas
más serios de la región. Explicó también la manera en que Estados Unidos
abordará esos problemas en la Cumbre Extraordinaria de las Américas
pautada para el 12 y 13 de enero en Monterrey, México.

A continuación la traducción extraoficial del discurso del embajador
Noriega, según preparado para su lectura:

(comienza el texto)

Declaraciones del embajador Roger Noriega
Secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio
Occidental
Almuerzo en Centro Mundial de Comercio de Chicago
Chicago, Illinois
17 de diciembre de 2003

Introducción

Gracias por su amable presentación, Bob Langlois, director de relaciones
internacionales, Motorola. Gracias también al embajador Allan Lever,
presidente del Centro Mundial de Comercio de Chicago, por su invitación
para dirigirme a todos ustedes en el día de hoy y a Paul O'Conner,
director ejecutivo de World Business Chicago, por ayudar a organizar este
evento. Por último, quiero dar las gracias a Emily Brinkmoeller, directora
de Trade & Business Development, Centro Mundial de Comercio de Chicago,
por toda su ayuda.

Me alegro de ver a tantos presentes hoy. Estados Unidos es una democracia,
y el interés y la atención que prestan ustedes a los asuntos de política
exterior es importante para nuestra prosperidad nacional. Además, me
complace tener una oportunidad como la de hoy de salir de Washington para
escuchar diferentes puntos de vista sobre estos temas y nuestras
relaciones en el área que me incumbe, el Hemisferio Occidental.

Es algo que tendré la oportunidad de hacer más tarde durante la sesión de
preguntas y respuestas. En primer lugar, quiero hablarles sobre la
política de la administración del presidente Bush para el Hemisferio
Occidental, sobre los desafíos que afrontamos en la región y cómo los
abordaremos en la próxima Cumbre Extraordinaria de las Américas.

Nuestro interés nacional en el Hemisferio Occidental está predeterminado
por el simple hecho de que éste es nuestro hogar. Mantenemos importantes
relaciones económicas, políticas y de seguridad con nuestros vecinos. El
presidente Bush considera que las Américas son de importancia crítica para
nuestra seguridad y nuestro bienestar como nación, y ha formulado una
visión clara para que nosotros vayamos en su búsqueda.

Nuestro objetivo es construir una comunidad de naciones en las Américas
vinculada por el amor a la libertad, fortalecida por el imperio de la ley
y que se enriquezca unida mediante el libre comercio.

Un destino económico común

La geografía que compartimos crea relaciones económicas naturales. Tres de
nuestros cuatro principales proveedores extranjeros de energía se
encuentran en este hemisferio. Las exportaciones de Estados Unidos a
América Latina han aumentado casi 100 por ciento en la última década, en
tanto que nuestras exportaciones al resto del mundo han incrementado en
menos de un 50 por ciento. Canadá y México ocupan el primer y segundo
lugar, respectivamente, como principales socios comerciales. Estados
Unidos es el principal socio comercial de cada nación del Hemisferio
Occidental, con excepción de la Cuba de Castro.

Nuestras relaciones económicas en el Hemisferio Occidental son muy
importantes, y si fuesen lo único en juego, serían por sí solas razón
suficiente para exigir el trato esmerado de la región. Pero nuestros
intereses políticos y de seguridad en las Américas son también de vital
importancia. Mientras libramos la guerra mundial contra el terrorismo es
imprescindible tener vecinos fuertes y democráticos que colaboren con
nosotros para asegurar nuestras fronteras, y defender nuestros intereses y
valores comunes aquí en nuestro país y en el extranjero.

Un compromiso mutuo con la democracia y la seguridad

El fatídico día del 11 de septiembre de 2001, los representantes de los
países miembros de la Organización de Estados Americanos ratificaron la
Carta Democrática Interamericana, un documento de trascendencia histórica
que define la región por su compromiso con los principios democráticos. La
Carta Democrática comienza con el firme propósito de cumplir la promesa
que nos hiciéramos entre los países y con nuestros pueblos: "Los pueblos
de las Américas tienen el derecho a la democracia y los gobiernos tienen
la obligación de fomentarla y defenderla".

La cooperación con México y Canadá en la seguridad fronteriza y la
ejecución de la ley nunca ha sido más amplia o exitosa que hoy día.
Recientemente entró en vigor un nuevo Convención Interamericana contra el
Terrorismo. Los soldados de El Salvador, Nicaragua, Honduras y la
República Dominicana están con nosotros en Iraq, trabajando con nuestras
fuerzas armadas para darle seguridad a ese país y proveerle un mejor
futuro y un gobierno democrático al pueblo iraquí, que durante tanto
tiempo ha sufrido. Canadá tiene el mayor contingente de tropas en
Afganistán, después de Estados Unidos, y ha realizado una contribución
significativa en la reconstrucción de Iraq. Nos sentimos muy agradecidos
por su ayuda.

De igual manera, estamos hombro a hombro con el presidente Alvaro Uribe y
con el pueblo colombiano mientras progresan en su lucha contra las fuerzas
combinadas de los malignos terroristas y los cabecillas de las drogas,
cuya actividad comercial es llenar nuestras calles de cocaína y heroína.

Desafíos: Cuba

Todas las naciones del Hemisferio Occidental, salvo una, comparten un
compromiso con la democracia, siendo esa excepción la Cuba de Castro. El
20 de mayo de 2002, el presidente Bush lanzó un desafío y dio una
oportunidad al régimen de Castro de unirse a la comunidad de naciones
democráticas del Hemisferio Occidental.

El presidente ofreció trabajar con el Congreso para aliviar la prohibición
al comercio y los viajes entre nuestros dos países, si el gobierno cubano
efectuaba reformas verdaderas como liberar a los presos políticos,
permitir la asociación de partidos políticos y celebrar elecciones que
pudiesen certificarse como libres y justas. Fidel Castro respondió
calificando la iniciativa del presidente y las acciones de Estados Unidos
en la guerra contra el terrorismo como "nazismo".

En lugar de hacer una apertura política, el gobierno cubano llevó a cabo
una brutal represión el pasado marzo en la que 75 opositores de su
gobierno, entre ellos periodistas independientes, economistas, dirigentes
de organizaciones laborales y activistas de derechos humanos, fueron
sentenciados a condenas que suman unos 1.450 años en prisión. Fue la peor
muestra de represión política contra los defensores de una transición
pacífica en Cuba en los últimos años.

Castro se mantiene fiel a una visión anacronista de un estado totalitario.
Hay quien sostiene que Estados Unidos debería concluir el embargo y la
prohibición de viajes, independientemente del pésimo expediente en
derechos humanos de Castro. Esta opinión se funda en que el incremento en
el comercio y en las comunicaciones con Cuba sólo pueden fomentar la
libertad y estimular la prosperidad. Infortunadamente, no son así las
cosas.

Castro ha establecido intencionadamente relaciones comerciales y zonas
turísticas que socavan los beneficios a particulares y a la sociedad civil
que normalmente asociamos con incrementos en el comercio y en las
comunicaciones. Sólo permite el comercio y el turismo que consolida su
dictadura y reduce al mínimo el contacto con influencias que denomina
"contrarrevolucionarias", y su sistema de turismo segregado trabaja tal
como él se lo ha propuesto.

Más de diez millones de turistas occidentales, mayormente procedentes de
Italia, España y Canadá, han visitado a Cuba desde 1993. Los ciudadanos de
esas naciones no están por ello menos comprometidos con la democracia, los
derechos humanos y el comercio libre que nuestros propios ciudadanos. Pero
Cuba no es hoy más libre que en 1993.

Hay quien sostiene que Estados Unidos debería poner fin a su embargo
comercial contra Cuba y a la prohibición de viajes a la isla. Tal cambio
unilateral de política, especialmente en vista de la represión de marzo,
daría la impresión errónea de que un dirigente de otro país puede
confiscar las propiedades de Estados Unidos sin pagar compensación,
ejecutar y encarcelar a disidentes políticos, socavar los intereses de
Estados Unidos en el mundo y, que con el tiempo, Estados Unidos "olvidará
y perdonará", y recompensará a ese régimen con turismo e inversiones.
Sería el mayor triunfo logrado por Castro sin obtener nada a cambio para
ayudar a mejorar la vida de los ciudadanos cubanos.

El objetivo de Castro es claro: poner fin al embargo sin efectuar reformar
políticas o reconocer derechos humanos fundamentales de sus conciudadanos,
y está manipulando desde distintos ángulos para lograr que así suceda.
Están tratando de "comprar" aliados en la comunidad agroindustrial con
"convenios" dudosos que ofrecen comprar más de las empresas
estadounidenses que envíen cabilderos a los representantes en el Congreso
para que se ponga fin al embargo.

Los representantes de Castro conocen bien nuestra política y hasta la
fecha hemos determinado que han hecho o han negociado compras de
productores de más de 100 distritos congresionales, y que han hecho
acercamientos a vendedores de decenas de distritos sobre la posibilidad de
futuras compras. Pero no es necesario especular sobre las intenciones de
Cuba. Dalmau, el viceministro de relaciones exteriores de Cuba dijo a un
periodista europeo el 21 de noviembre que las compras por Cuba de
productos agrícolas de Estados Unidos eran "políticas" y que están
dirigidas a "destruir el embargo de Estados Unidos". Más claro no puede
estar, señoras y señores. Por otra parte debo agregar que comerciar con
Cuba conlleva un gran riesgo financiero ya que el gobierno de Cuba es uno
de los más negligentes del mundo.

A pesar de todo, el presidente se mantiene firmemente comprometido con el
fomento de una rápida transición a un gobierno democrático en el que
predomine un fuerte apoyo a los derechos humanos y una economía de
comercio libre. Ha dejado claro que es importante que los estadounidenses
comprendan que sin las reformas políticas y económicas, el comercio con
Cuba sólo puede enriquecer a Castro y su camarilla.

Por consiguiente, el presidente Bush vetará cualquier medida que debilite
el embargo. Nuestra política es que debemos mantener la promesa de mejores
relaciones con Estados Unidos como incentivo para que los sucesores de
Castro realicen la transición a la democracia. Ese es nuestro objetivo
final: ver a Cuba tomar el lugar que le pertenece en la comunidad de
naciones democráticas.

Desafíos: Consolidar principios e instituciones democráticas

En los últimos veinte años la mayoría de los países de la región han hecho
grandes progresos en la construcción de sistemas de gobierno democrático,
pero cabe decir que hoy, hasta algunos de estos amigos y aliados se
sienten amenazados.

Los líderes elegidos de muchos países luchan con persistentes problemas
políticos, económicos, sociales y, en ciertos casos, étnicos. Varios
países enfrentan costosas amenazas a su seguridad, ya sea en materia de
narcoterrorismo o crímenes violentos, que socavan el estado de derecho.

Las actuales tasas de crecimiento económico son inadecuadas para generar
empleos suficientes para las poblaciones crecientes, y no digamos para
ocuparse de la pobreza crónica. La corrupción y la ineficiencia han
paralizado el desarrollo económico y han generado el desencanto con
reformas que llevan la etiqueta del libre mercado. Todos estos factores se
combinan para enardecer la insatisfacción popular y, en algunos casos,
para provocar disturbios os violentos que las instituciones de gobierno,
en cierto grado debilitadas, no logran controlar.

Una agenda para las Américas

En abril de 2001 los líderes democráticamente elegidos del hemisferio se
reunieron en la Ciudad de Quebéc para celebrar la Tercera Cumbre de las
Américas. En esa reunión, los jefes de Estado se comprometieron junto a
sus países a elaborar una agenda para todos los pueblos de las Américas.

Según la Declaración de la Ciudad de Quebéc, el propósito de la agenda es
"fortalecer la democracia representativa, fomentar el buen gobierno y
proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales. Deseamos
crear mayor prosperidad y ampliar las oportunidades económicas al tiempo
que se promueve la justicia social y se realizan las posibilidades del ser
humano".

A partir de esa reunión, nuestros gobiernos han venido trabajando juntos
para cumplir esa agenda. A menudo la labor realizada y el progreso logrado
pasan inadvertidos, pero es un esfuerzo que con el tiempo pagará grandes
dividendos a generaciones futuras.

Al reconocer las necesidades urgentes de muchos de nuestros ciudadanos, el
presidente Bush y sus homólogos, los líderes de las Américas, han acordado
reunirse en Monterrey, México, en enero del año próximo, para reforzar esa
colaboración y establecer una serie de objetivos prácticos de corto plazo
que mejoren la vida diaria de los pueblos de las Américas, y consolide
nuestras relaciones.

En la Cumbre Extraordinaria concentraremos nuestros esfuerzos en tres
áreas: estimular el crecimiento económico y reducir la pobreza, promover
el buen gobierno y combatir la corrupción, e invertir en nuestros pueblos
para mejorar su calidad de vida y darles las herramientas que necesitan
para triunfar en la economía de hoy día.

Existe, naturalmente, una sinergia entre el progreso económico, el
político y el social. Cada uno es un componente vital de un continuo
dinámico que lleva a la prosperidad y al éxito de una nación. La provisión
de educación, de atención de salud, de nutrición y de servicios básicos de
sanidad son elementos de importancia crítica en la agenda de la Cumbre
Extraordinaria y de la política de la administración del presidente Bush
para el Hemisferio Occidental.

Trabajamos con nuestros socios para elaborar una serie de compromisos
concretos que el presidente Bush pueda aprobar en la Cumbre Extraordinaria
de las Américas del próximo mes.

Mejorar las escuelas de la región requerirá normas educativas bien
definidas, exámenes regulares y boletines de calificaciones que
identifiquen donde no se cumplen esas normas. El Plan de Emergencia para
el Alivio del SIDA de 15.000 millones de dólares iniciado por el
Presidente Bush, el Fondo Global para Combatir el VIH/SIDA, la
Tuberculosis y la Malaria y otros programas estadounidenses de asistencia
serán cruciales en los esfuerzos para hacer frente a las insuficiencias
del sistema de atención de la salud de la región.

Crecimiento económico y reducción de la pobreza

Hoy, simplemente por la limitación de tiempo, me gustaría concentrar la
mayor parte de mis declaraciones en los puntos de la agencia de la Cumbre
Especial para promover el progreso económico y político.

Nuestra agenda para promover el crecimiento y reducir la pobreza incluye
cuatro medidas básicas que tienen un historial de éxito probado:
fortalecimiento y aplicación de los derechos de propiedad; reducción de
los obstáculos a las remesas y aumento del acceso a servicios financieros;
eliminación de obstáculos para iniciar pequeñas empresas, y aumento del
acceso al capital para propietarios de pequeñas empresas.

En cada una de estas áreas críticas, América Latina y el Caribe están
rezagados no solamente detrás de las economías del Primer Mundo sino
también detrás de los otros mercados emergentes del mundo. Simplemente
tenemos que mejorar para asegurar nuestra competitividad.

Fortalecer y aplicar los derechos de propiedad

El cimiento de las economías de mercado modernas es un sistema eficaz de
derechos de propiedad, un sistema que provea derechos de propiedad que se
cumplan, sean eficientes y equitativos. Permite que la gente acumule
riqueza en sus hogares y en otros inmuebles y que capitalice esos bienes
en busca de la oportunidad económica. Pero en muchos países
latinoamericanos el sistema de derechos de propiedad obstaculiza el
progreso económico en vez de facilitarlo.

En demasiados países, como por ejemplo Guatemala, Trinidad y Honduras,
cerca del 50 por ciento o más de toda la propiedad no está registrada en
el sistema formal. Con frecuencia los registros que se llevan no reflejan
la propiedad verdadera. Los costos para acceder y modificar los registros
son prohibitivamente altos, lo cual desalienta el uso del sistema de
registro. Los sistemas de leyes de propiedad de muchos países son ad hoc,
anticuados e inconsistentes.

Es esencial reformar las leyes y reglamentaciones para que la propiedad
registrada pueda servir como garantía. En la Cumbre de Santiago de 1998
acordamos reformar los registros y facilitar el otorgamiento de títulos de
propiedad. Hoy caso todos los países de la región están realizando alguna
forma de regularización de títulos y modernización de registros, con
inversiones apoyadas por donantes que exceden los 1.000 millones de
dólares, pero el progreso sigue siendo elusivo.

En la Cumbre de Quebec reconocimos que para lograr más progreso era
necesario que los países se esforzaran más, pero poco se ha hecho desde
entonces. Es hora de que todos cumplamos la promesa hecha en la ciudad de
Quebec y que realicemos las reformas necesarias con un plazo cierto. La
mejor ayuda para salir de la pobreza es una propiedad privada segura, no
un programa del gobierno.

Remesas

Las remesas de ciudadanos que trabajan en el exterior representan una
fuente vital de capital para muchos países, sin mencionar que son el
sustento de muchas familias en la región. Según un informe dado a conocer
el 24 de noviembre por el Centro Hispano Pew, las remesas desde Estados
Unidos a América Latina y el Caribe llegarán a aproximadamente 30.000
millones de dólares este año.

Se espera que las remesas a América Latina superen los flujos de inversión
extranjera directa, tornándolas en el flujo de capital más grande a la
región. Para seis países de América Latina las remesas representan más del
10 por ciento de su PIB. También vale la pena notar que una cantidad
desproporcionada de estos ingresos remitidos van a mujeres y a las áreas
rurales. Más de las dos terceras partes, o 25.000 millones de dólares,
provienen de Estados Unidos.

Hasta hace poco tiempo se había prestado poca atención a las remesas. El
mercado de la transferencia de remesas es ineficiente y carece de
competencia. Como resultado, los remitentes de estas remesas pagan tarifas
altas, un promedio del 12,5 por ciento de la remesa. Más aún, muchos
receptores tienen poco o ningún acceso a instituciones financieras que
podrían permitirles usar estos fondos para gastos futuros, como educación
o la compra de una vivienda.

Esfuerzos concertados de México y Estados Unidos han producido resultados
dramáticos en lo que respecta a reducir costos y mejorar el acceso a los
servicios financieros. El costo de enviar remesas desde Estados Unidos a
México ha caído más del 30 por ciento en años recientes, las remesas han
aumentado a un ritmo del 10 por ciento anualmente y miles de personas han
abierto una cuenta de banco por primera vez.

Debemos dedicarnos a extender las mejores prácticas y estrategias probadas
para reducir el costo de las remesas y aumentar el acceso a los servicios
financieros en el resto del hemisferio. Podemos hacer esto alentando la
competencia del sector privado y creando un ambiente regulatorio que
facilite estas transacciones.

Eliminar obstáculos para iniciar una empresa

Casi el 80 por ciento de todas las compañías en América Latina son
empresas pequeñas y medianas (PYMES) y emplean un 57 por ciento de la
fuerza laboral en la región (130 millones de un total de 227 millones de
trabajadores). En Estados Unidos y en otros países en el hemisferio, las
empresas pequeñas y medianas representan la mayoría de los nuevos empleos
que se crean cada año. Estas firmas son la clave para corregir la pobreza
y el desempleo crónicos en la región.

Sin embargo, los empresarios que desean iniciar o expandir una empresa en
América Latina enfrentan algunos de los obstáculos más desalentadores en
el mundo. Según un estudio del Banco Mundial, lleva más tiempo iniciar una
empresa en América Latina que en el Africa del Sub Sahara. En Brasil lleva
un promedio de tres meses; en Estados Unidos, unos 3 días. Los costos para
iniciar un negocio pueden consumir hasta tres veces el ingreso per cápita
anual promedio; en Estados Unidos el costo es generalmente menos del 1 por
ciento.

Los procedimientos costosos y complejos desalientan las inversiones
extranjeras directas, crean oportunidades para la corrupción y empujan a
las empresas pequeñas al sector informal, donde tienen menos acceso al
crédito, no pagan impuestos y no están sujetas a reglamentaciones
públicas.

En la Cumbre Especial de las Américas pediremos a los presidentes que se
comprometan a concretar medidas para liberar este espíritu empresarial.

Aumentar el acceso al capital a las empresas pequeñas y medianas

E iniciar una empresa es sólo el comienzo de los problemas de un
empresario. Los empresarios latinoamericanos citan la falta de acceso al
crédito como el obstáculo singular más grande para ampliar su negocio. El
crédito interno extendido al sector privado en América Latina es menos de
la mitad de la tasa promedio en otros mercados emergentes, y representó el
21 por ciento del PIB en 2001, comparado con un promedio del 52 por ciento
en otras regiones de mercados emergentes,.

Durante la Cumbre de Santiago, los presidentes acordaron simplificar y
acelerar los procedimientos para el registro y obtención de licencias en
sus países. Eso fue hace casi tres años. Los presidentes reafirmaron su
compromiso a "reducir los costos de iniciación" y establecer un "ambiente
económico facilitador" para las pequeñas empresas.

Las empresas pequeñas y medianas son los motores del empleo y del
crecimiento de nuestras economías. Es hora de que hagamos las reformas que
permitirán a nuestros pueblos controlar su propio destino económico y
contribuir a la mayor prosperidad de sus vecindarios, naciones y de la
región como un todo.

Comercio libre

Estas cuatro medidas - fortalecer y aplicar los derechos de propiedad;
reducir los obstáculos a la remisión de ingresos y aumentar el acceso a
los servicios financieros; eliminar los obstáculos para la creación de
pequeñas empresas, y aumentar el acceso al capital por los propietarios de
pequeñas empresas - promoverán el crecimiento económico y reducirán la
pobreza, especialmente si se ejecutan en el contexto del Area de Libre
Comercio de las Américas.

Los estudios del Banco Mundial han documentado que los países en
desarrollo que comercian libremente aumentan su PIB y reducen la pobreza
más rápido que los países en desarrollo que no lo hacen, incluso más
rápido que países desarrollados como Estados Unidos.

Seguimos dedicados al proceso del ALCA. Esperamos con anticipación los
beneficios que disfrutarán tanto Estados Unidos como Chile una vez que
entre en vigencia nuestro acuerdo de libre comercio. Esperamos concluir
pronto las negociaciones con los estados de América Central.

El 18 de noviembre el Representante Comercial de Estados Unidos notificó
oficialmente al Congreso de nuestra intención de iniciar negociaciones de
acuerdos de libre comercio con Colombia, Ecuador y Bolivia en 2004.
También buscaremos acuerdos de libre comercio con la República Dominicana
y Panamá.

Estos nuevos acuerdos aumentarán el éxito histórico del Acuerdo de Libre
Comercio EE.UU.-Canadá y del NAFTA. El comercio representa la mejor
oportunidad de los países de este hemisferio para atraer el capital que
necesitan para crear empleos y sostener un nivel de crecimiento económico
que apoye las inversiones públicas necesarias en educación, salud e
infraestructura que son esenciales para la calidad de la vida.

Promover el buen gobierno y luchar contra la corrupción

La segunda iniciativa de nuestra agenda de la que me gustaría hablarles es
la promoción del buen gobierno y la lucha contra la corrupción. La
corrupción sigue siendo una cuestión importante en la región. En una
encuesta de Latinobarómetro, el 80 por ciento de los latinoamericanos
citaron en 2002 la corrupción como un problema importante. Sólo el 25 por
ciento de las personas consultadas expresaron confianza en su gobierno o
en el poder judicial, el nivel más bajo en seis años.

El Banco Mundial ha identificado la corrupción como el obstáculo singular
más grande para el desarrollo económico y social en el mundo, reduciendo
la tasa del crecimiento de un país entre el 0,5 y el 1 por ciento por año
y alejando las inversiones.

El Plan de Acción de la Cumbre de Quebec nos comprometió con la práctica
del buen gobierno y la lucha contra la corrupción. Como primera región que
pone en vigencia un instrumento integral contra la corrupción, las
Américas han progresado en relación con otras regiones, pero el costo de
la corrupción es demasiado alto [para nosotros] para que seamos
complacientes. Los gobiernos de la región deben cumplir las promesas que
hicieron en la Convención Interamericana contra la Corrupción.

Debemos negarle refugio a los funcionarios corruptos fugitivos y a sus
bienes. Estados Unidos hace su parte. Las leyes federales de Estados
Unidos consideran delito grave el soborno de un funcionario público
extranjero por un ciudadano estadounidense. El gobierno de Bush también ha
comenzado a revocar las visas de funcionarios extranjeros de quienes
creemos que sean corruptos a fin de eliminar la posibilidad de que huyan a
Estados Unidos.

Estamos trabajando con nuestros asociados en la región para mejorar sus
sistemas legales y su capacidad de procesar a los delincuentes de guante
blanco. Con apoyo de Estados Unidos, se sancionaron como leyes nuevos
Códigos de Procedimiento Penal en Honduras (1999), Colombia (2002) y en la
República Dominicana (2002); los legisladores están introduciendo cambios
profundos en los sistemas de esos países, trasladándolos de los sistemas
inquisitorios por escrito a los procedimientos de confrontación orales.

La aprobación del Código de Procedimiento Penal en Nicaragua (2001)
estipula el procesamiento de delitos que no estaban cubiertos previamente,
como el lavado de dinero, el tráfico de narcóticos y la corrupción
pública. Un código que entró en vigencia en El Salvador en 2001 elimina la
inmunidad de facto de procesamiento civil del poder ejecutivo.

Instamos a todos los gobiernos de la región a que hagan las transacciones
públicas y la administración financiera transparentes a los observadores
de afuera a fin de eliminar la corrupción y evitar la apariencia de
corrupción. Más aún, todas las empresas deberían reconocer el valor de las
prácticas comerciales éticas y de la buena ciudadanía empresarial para el
desarrollo económico, el clima general de inversiones y sus propios
intereses a largo plazo.

La Cuenta del Reto del Milenio

El buen gobierno y las inversiones sociales son claves para el futuro de
las Américas. El presidente Bush reconoció este hecho cuando anunció la
iniciativa de la Cuenta del Reto del Milenio (CRM). Si el Congreso la
financia plenamente, la CRM aumentará nuestra asistencia básica para el
desarrollo en el 50 por ciento, lo cual resultará en un aumento anual de
5.000 millones de dólares sobre los niveles actuales en el año fiscal 2006
y después. Estos fondos serán dirigidos a los países que se gobiernan
justa y honestamente, hacen valer el estado de derecho, combaten la
corrupción, invierten en sus pueblos y fomentan la libertad económica.

A diferencia de los programas tradicionales de asistencia, la CRM proveerá
un incentivo a los gobiernos para que inviertan en su pueblo a fin de que
tenga los recursos y oportunidades, tales como educación, atención
adecuada de la salud y nutrición, así como igualdad ante la ley, para
mejorar la calidad de su propia vida y contribuir al bien común más
grande.

Conclusión

Con la Cuenta del Reto del Milenio y el Area de Libre Comercio de las
Américas, las reformas e inversiones que pide la agenda de la Cumbre
Especial propone conceptos ya probados para lograr verdaderos progreso
económicos, políticos y sociales en las Américas. Crecer y prosperar
juntos en paz y en libertad sirve los mejores intereses de Estados Unidos
y de todos los pueblos de las Américas.

Lo único que se necesita es convocar la voluntad colectiva para hacerlo.

Gracias por su tiempo y por su atención.

(termina el texto)

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado de Estados Unidos.
 

Fuente: NotiCuba Ed. Buenos Aires