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Para Washington la transición ya
comenzó.
Mar Marín / EFE La Habana. Enero 29, 2006. El cambio ya ha comenzado en
Cuba, según el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La
Habana, Michael Parmly, quien, en una entrevista con EFE, afirmó que
serán los cubanos quienes decidan el ''cómo y cuándo''.
Parmly rechazó las denuncias del gobierno de Fidel Castro sobre
supuestos planes de Washington para forzar una ruptura en las relaciones
diplomáticas bilaterales y atribuyó este tipo de acusaciones al ''miedo
al cambio''.
''Por parte nuestra (de EEUU) no hay ninguna intención'' de romper
relaciones y cerrar la Oficina de Intereses de Cuba en Washington,
señaló el diplomático estadounidense.
En los últimos días, Castro ha acusado insistentemente a Washington de
buscar una ruptura en las relaciones diplomáticas, tras la instalación
de unas pantallas electrónicas para la transmisión de mensajes políticos
en la Sección de Intereses de EEUU en La Habana (Sina).
Según el gobierno cubano, el objetivo de esta ''grosera provocación'' no
es otro que forzar la ruptura.
A juicio de Parmly, con el cierre de las Secciones de Intereses abiertas
en las capitales de ambos países en 1977, ''Estados Unidos perdería y
ellos (Cuba) también'', además de que ''el pueblo cubano perdería una
apertura al mundo''.
''Si el gobierno cubano está empujando hacia eso es porque tiene miedo
al cambio. Para que no haya cambio tiene que provocar una crisis'',
opinó.
El diplomático estadounidense se mostró convencido de que ''el cambio ya
ha comenzado en Cuba'', aunque agregó que ''será el pueblo cubano quien
determine finalmente el cómo y el cuándo''.
Parmly insistió en negar que la emisión de mensajes políticos desde la
Oficina estadounidense en La Habana tenga el objetivo de ''provocar'',
tal como han denunciado las autoridades de la isla.
''No es una provocación'', dijo, sino ''el principio de un diálogo'' y
''una línea continua de lo que venimos haciendo desde hace años en Cuba
con la meta de llegar al pueblo''.
En respuesta a la emisión de mensajes desde la Sina, el gobierno de la
isla ha iniciado obras frente al edificio para levantar ''una sorpresa'',
en palabras de Fidel Castro.
''No me importa lo que puedan decir los líderes del país, sino lo que
dice el pueblo'', agregó el diplomático estadounidense, que insistió en
que la proyección de mensajes se mantendrá en el futuro.
Pese a este nuevo capítulo en la llamada ''Guerra de los carteles'' y a
las denuncias del gobierno cubano, Parmly explicó que los contactos
habituales entre ambos países sobre temas clave, como asuntos
migratorios, se han mantenido ininterrumpidamente.
El diplomático estadounidense rechazó que Washington pretenda romper los
acuerdos migratorios firmados en 1994 con La Habana, en los que EEUU se
comprometió a conceder un mínimo de 20,000 visas anuales a ciudadanos
cubanos, y adelantó que este año se superará esta cifra.
Sí reconoció, sin embargo, que su gobierno ''presiona'' a los
empresarios estadounidenses que negocian con Cuba para que se ajusten a
la legislación que permite las ventas de alimentos y productos
agropecuarios a la isla desde diciembre del 2001.
''El hecho de que se haga presión sobre los hombres de negocio y las
empresas para cumplir con la ley no debe ser ninguna sorpresa para nadie'',
apuntó.
Parmly, que ocupa la jefatura de la Sección de Intereses de EEUU en La
Habana desde el pasado septiembre, se ha convertido en blanco de las
críticas del gobierno cubano por la proyección de los mensajes políticos.
Su antecesor, James Cason, inició la ''Guerra de los carteles'' en las
navidades del 2004 y protagonizó varios desencuentros con las
autoridades cubanas, que le bautizaron como el ''cabo Cason''.
Fuente: El Nuevo herald.
Enero 30, 2006
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