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Posada Carriles no será
deportado a Venezuela ni a Cuba.
Wilfredo Cancio Isla
En una decisión que allana el camino para su permanencia en Estados
Unidos, un juez de inmigración decidió ayer que el militante
anticastrista Luis Posada Carriles no será enviado a Venezuela ni a Cuba
argumentando la probabilidad de actos de tortura en ambos países.
El veredicto del juez William L. Abbott posterga la deportación de
Posada, de 77 años, en virtud del Convenio contra la Tortura (CAT), que
impide el envío de prisioneros a países donde pudieran recibir tratos
denigrantes o violatorios de un debido proceso legal.
Basándose en informes oficiales del Departamento de Estado y
organizaciones no gubernamentales, así como en el testimonio del abogado
venezolano Joaquín Chaffardet, Abbott concluyó que ``el procesado ha
podido establecer que muy probablemente sería sometido a tortura si es
enviado por EEUU a Venezuela''.
El dictamen de siete páginas fue sorpresivamente divulgado en la tarde
del martes, apenas 24 horas después de concluido el juicio de
inmigración que se siguió a Posada en un tribunal de el Paso, Texas.
''De hecho, no existe un estatuto que prohíba la postergación de
deportación de acuerdo con la ley vigente'', escribió Abbott en su
argumentación. ``El más odiado terrorista o genocida calificaría para
una postergación de deportación si es capaz de mostrar pruebas
suficientes acerca de la probabilidad de tortura en el futuro. Esta es
nuestra posición colectiva como nación, que nadie, no importa cuál sea
su pasado, será deportado a un país donde exista una clara probabilidad
de tortura''.
El fallo judicial significa que Posada no será deportado temporalmente,
aunque el gobierno estadounidense podría designar otro país adonde
enviarlo. Los representantes del Departamento de Seguridad Interna (DHS)
tienen un plazo de 33 días para apelar la decisión ante el Tribunal de
Apelaciones de Inmigración (BIA), con sede en Virginia.
''La decisión judicial no descarta la opción de que el señor Posada sea
enviado a otro país'', dijo ayer Dean Boyd, un vocero de la Oficina de
Inmigración y Control de Aduanas (ICE). ``Estamos revisando
cuidadosamente la decisión para determinar cómo vamos a proceder en
cumplimiento de este fallo''.
El gobierno estadounidense ha explorado desde un comienzo otras
alternativas de deportación, pero al parecer no ha hallado un país que
quiera aceptarlo.
Mientras, Posada continuará indefinidamente en el Centro de Detención de
El Paso, donde ha cumplido ya 135 días desde su arresto el 17 de mayo en
el suroreste de Miami. Sin embargo, sus abogados planean solicitar su
liberación, por razones humanitarias, luego de que transcurran 90 días
de la decisión judicial.
''Este es un día histórico para la justicia en este país'', afirmó ayer
el abogado Eduardo Soto minutos después de conocer la decisión. "Indudablemente
es un momento emocionante, porque hemos ganado el primer escalón de esta
batalla legal... esto fue lo que vislumbramos desde un comienzo en el
caso''.
Soto indicó que pedirá la liberación de su cliente ante un juez federal,
invocando una reciente decisión del Tribunal Supremo que prohibe la
detención indefinida de ciudadanos extranjeros no deportables.
El asistente legal del gobierno de Venezuela, el abogado José Pertierra,
criticó de inmediato la decisión judicial, aunque enfatizó que el
proceso inmigratorio nada impide la extradición solicitada por las
autoridades venezolanas desde el pasado 15 de junio.
''Es realmente preocupante la forma en que el DHS le sirvió en bandeja
de plata la decisión al juez Abbott'', comentó Pertierra desde
Washington. "Y lo que más molesta es que los representantes del gobierno
tenían la obligación de presentar evidencias y testigos de que Posada no
va a ser torturado en Venezuela, y no lo hicieron... ¿es imcompetencia
profesional o un guiño de ojo al juez?''
Pertierra recordó que está aún en pie la solicitud de extradición,
todavía en proceso por el Departamento de Justicia.
''Esta decisión del juez Abbott no impide que proceda el caso de
extradición'', enfatizó el abogado. "El DHS no tiene vela en este
entierro y no puede obstruir que un juez federal ordene que Posada sea
extraditado''.
Venezuela también hizo un pedido al Departamento de Estado para la
detención preventiva de Posada. Según Pertierra, el Departamento de
Justicia ha reiterado al gobierno venezolano que el caso de inmigración
es paralelo e independiente de la solicitud de extradición, que será
oportunamente respondida.
Por el momento, el veredicto judicial y la demora en el procesamiento de
la extradición refuerzan las tensiones entre Caracas y Washington. El
presidente Hugo Chávez ha expresado ya que reconsiderará los vínculos
diplomáticos con EEUU si Posada no es extraditado a Venezuela.
Los argumentos de Abbott no pasaron por alto las acusaciones de
terrorismo que pesan sobre Posada, pero tampoco las referencias a la
situación de Venezuela y sus estrechas relaciones con el régimen de
Fidel Castro.
''El DHS declaró que mientras el gobierno estadounidense no tiene
ninguna información específica sobre posibles planes de tortura hacia el
procesado, los crecientes vínculos políticos y económicos entre
Venezuela y Cuba podrían conducir a un ambiente favorable a que agentes
cubanos viajen a Venezuela para interrogarlo'', observó el juez.
Fuente:
El Nuevo Herald
Septiembre 28. 2005
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