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Posada Carriles no debe ser
deportado, afirma un juez
W. Cancio Isla.
El Paso, Texas. 01 de Septiembre 2005. El proceso judicial a Luis Posada
Carriles dio ayer un giro inesperado cuando el militante anticastrista
decidió retirar su petición de asilo político y el juez de inmigración
consideró que existe suficiente evidencia para no deportarlo a
Venezuela.
Tras anularse la solicitud de asilo, el juez William Abbott manifestó
que Posada ha logrado convencerlo de que merecería protección del
gobierno de Estados Unidos bajo el Convenio contra la Tortura (CAT),
internacionalmente reconocido desde 1987.
''Por lo que se ha visto hasta ahora, el caso de Posada califica para
que se posponga su deportación según CAT'', afirmó Abbott.
La fiscal Gina Garret-Jackson declinó pronunciarse.
Abbott argumentó su postura recurriendo a la figura de Adolfo Hitler,
aunque aclaró que no trataba de establecer comparaciones con el
procesado. ``Incluso si fuera Hitler quien solicitara protección bajo el
CAT, este tribunal tendría que considerar la suspensión de su
deportación. Su pasado criminal horrible o sus antecedentes terroristas
no descalifican a un ciudadano extranjero para recibir la protección de
no ser enviado a un país donde se le torturaría''.
Inmediatamente, el juez preguntó a los representantes del gobierno si
estaban dispuestos a admitir para Venezuela los mismos términos
acordados hacia Cuba como país donde prevalecen tratos crueles y
degradantes para los prisioneros.
''El gobierno no tiene objeción sobre el pedido bajo CAT respecto a
Cuba, pero se reserva el derecho de objetar a la solicitud relacionada
con Venezuela'', respondió Garrett-Jackson, quien solicitó tiempo al
tribunal para llegar a una conclusión sobre el asunto.
El juez fijó para el 26 de septiembre, a las 8:30 a.m., la próxima
audiencia del caso, aunque ambas partes pudieran llegar a un acuerdo
antes.
La sesión del miércoles puso fin a la primera etapa del proceso con una
relativa victoria para Posada, a pesar de retirar su petición de asilo,
y aceptar que su caso no reúne méritos para suspendérsele
incondicionalmente la deportación y otorgarle un permiso de residencia.
Según la opinión tentativa de Abbott, Posada podría permanecer en
Estados Unidos, aunque sujeto a detención indefinida en virtud de que
representa un peligro para la sociedad. Pero sus abogados tienen la
opción de apelar el caso ante un tribunal federal para solicitar la
liberación, invocando un reciente fallo de la Corte Suprema de la nación.
La petición de ciudadanía para Posada, en consideración a sus servicios
honorables en las fuerzas armadas de EEUU, sería presentado esta semana.
El inicio de la sesión del miércoles se postergó unos 30 minutos debido
a una conferencia, a puertas cerradas, entre la defensa y la fiscalía.
Una vez en la sala, el abogado defensor Matthew Archambeault dijo que
Posada había decidido anoche retirar la petición de asilo para ``no
poner al gobierno en una situación difícil''.
Archambeault expresó que su cliente respeta profundamente al gobierno de
Estados Unidos y prefería no continuar un interrogatorio que lo llevaría
a revelar información sensible y comprometedora sobre su pasado al
servicio de la CIA y otras actividades secretas en Centroamérica.
Garrett-Jackson admitió entonces que el gobierno tiene ''serias
preocupaciones sobre el reclamo de Posada de que sería torturado en
Venezuela'', en un claro distanciamiento de sus declaraciones de la
jornada inicial.
El lunes, Abbott había designado a Venezuela como el país adonde debería
ser deportado Posada, de 77 años, si se desestimaba su solicitud de
asilo. Garrett-Jackson no objetó a la propuesta y recordó que el
detenido posee ciudadanía venezolana.
Fuera del tribunal, Archambeault calificó de ambivalente la postura del
gobierno. ''¿Qué significa esta declaración de que están preocupados
sobre la deportación a Venezuela y luego objetan a la protección de mi
cliente bajo el CAT?'', cuestionó el abogado.
Fuente: El Nuevo Herald.
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