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Una derrota
de Chávez sería costosa para Castro.
Richard Brand / The Miami Herald
Caracas
En momentos en que el futuro político del presidente venezolano Hugo
Chávez, depende del próximo referendo revocatorio, de la misma manera
depende el de su aliado más cercano, el gobernante cubano Fidel Castro.
Los dos gobernantes, unidos en su retórica antinorteamericana y en
distintos niveles de intensidad por sus políticas izquierdistas, han
desarrollado unas relaciones estratégicamente amistosas y críticas desde
que Chávez resultara electo en 1998.
Venezuela, rica en petróleo provee a Cuba con miles de millones de
dólares en ayuda petrolera. Como intercambio, Cuba envía a Venezuela
miles de médicos, maestros, entrenadores de deportes y una sospechosa
horda de asesores políticos y de inteligencia.
Es una alianza tan estrecha que algunos analistas dicen que cada líder
se ha vuelto casi dependiente del otro para su supervivencia. Y una que
algunos miembros de la oposición prometen terminará si ganan el
referendo revocatorio del 15 de agosto.
''Nuestra meta principal es dejar de ser una colonia cubana, que es lo
que somos en estos momentos'', dijo el congresista de la oposición Julio
Borges, mencionado frecuentemente como candidato presidencial. ``Tenemos
que terminar esta relación''.
Admitiendo la popularidad de algunos de los programas sociales en que
los cubanos participan, como las llamadas ''misiones'' que proveen
cuidados básicos de salud y alfabetización en los barrios pobres de
Venezuela, Borges dijo que los ''verdaderos programas sociales'' serán
protegidos mientras que los ''políticos e ideológicos'' serán recortados
si Chávez pierde.
Pero las posibilidades de un cambio en las amistosas relaciones de
Venezuela con Cuba, deben darle a Castro motivos de preocupación.
Durante el gobierno de Chávez, Venezuela se ha convertido en el
principal socio comercial de Cuba, una posición basada en subsidios
petroleros anuales de $1,000 millones a la isla.
Aunque Venezuela tiene acuerdos con varias naciones de la Cuenca del
Caribe para proveer petróleo a precios reducidos, sólo Cuba tiene
permiso para revender ese petróleo en el mercado libre, dijo John
Kavulich, presidente del Consejo Económico y de Comercio de EEUU y Cuba,
un grupo con sede en Nueva York que analiza el comercio con la isla
comunista.
Además, Kavulich estimó que Cuba le debe a Venezuela más de $800
millones por esos envíos de petróleo, una asombrosa deuda que el
gobierno económicamente limitado de Cuba encontraría muy difícil de
pagar si Chávez es derrocado.
El fin a esos subsidios, combinado con las recientes restricciones
norteamericanas sobre viajes y remesas a Cuba, pondría a la economía
cubana y al gobierno de Castro con la soga al cuello.
''Claramente es del interés económico y comercial cubano que Chávez
continúe como presidente de Venezuela'', dijo Kavulich, que compara una
posible pérdida de Chávez con el fin de los subsidios soviéticos a Cuba
en 1992.
La pérdida de la ayuda soviética, estimada entre $4-$5 mil millones
anuales en la década de 1980, creó una crisis económica en Cuba que
obligó a Castro a adoptar algunas políticas de mercado libre, abrir las
puertas al turismo y legalizar el uso de dólares a principios de los
1990.
''Es obvio que Venezuela ha reemplazado a la Unión Soviética en cuanto
al elemento comercial y económico'', apuntó Kavulich. ``Sin Venezuela,
Cuba no podría mantener sus actuales sistemas comerciales, económicos y
políticos. Tendría que haber algunos cambios''.
La profunda amistad entre los dos líderes está subrayada por la reciente
decisión de Chávez de enviar a su hermano, Adán, como embajador de
Venezuela en La Habana.
Aunque Chávez ha dicho que el comunismo estilo cubano no funcionaría en
Venezuela, no obstante ha declarado sin tapujo que las dos naciones
están ``nadando juntas hacia el mismo mar de felicidad''.
Chávez también ha buscado una serie de iniciativas políticas al estilo
cubano, como la redistribución de tierra y la creación de ''Círculos
Bolivarianos'', asociaciones pro gobierno algunas de las cuales están
basadas en los barrios y otras, supuestamente armadas.
Venezuela no siempre fue tan unida a Cuba. De hecho, durante la Guerra
Fría, Venezuela fue un firme aliado de EEUU que regularmente perseguía a
los comunistas y fue atacada por guerrillas respaldadas por Cuba.
Pero el legislador chavista William Lara dice que la estrecha relación
de Cuba con Venezuela sobreviviría cualquier cambio en el gobierno,
aunque Chávez predijo que el ganaría el referendo.
''Aunque en Venezuela siempre existió un anticomunismo, ahora muchos ven
que las relaciones con Cuba han sido buenas para el pueblo venezolano'',
expresó Lara. "Hipotéticamente, un nuevo gobierno trataría de marginar a
Cuba pero eso sería un esfuerzo contra la voluntad popular''.
La oposición de Venezuela necesita al menos 3.7 millones de votos --el
número recibido por Chávez en su última elección en 2000-- para remover
al presidente. Algunas encuestas recientes de opinión muestran que la
oposición ganará, mientras que otras dicen que Chávez se mantendrá.
Que una votación en Venezuela tendría profundas consecuencias para Cuba
--un país sin elecciones-- es una ironía posible para algunos líderes de
la oposición.
''La revocatoria será una victoria contra el autoritarismo en Venezuela
y simultáneamente una derrota a la dictadura en Cuba'', afirmó Carlos
Tablante, un congresista de la oposición del Movimiento Socialista de
Venezuela.
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