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Los
socialistas buscan cambio radical de política española hacia la isla.
Gobierno de Zapatero defiende reducción de sanciones a la dictadura
cubana por parte de la Unión Europea...Los Veinticinco se plantean
limitar
las invitaciones a líderes opositores .
Los cambios en la política exterior española no se limitan a Iraq y la
construcción europea, sino que pueden determinar un giro en la posición
común europea sobre Cuba. La condición es que La Habana siga
favoreciendo el viraje mediante gestos positivos, como el de la reciente
liberación de una decena de presos políticos.
España empieza a dar muestras de cambio “radical” en su política hacia
Cuba, según fuentes diplomáticas europeas. Este giro, unido a recientes
gestos positivos de La Habana, ha propiciado la apertura en la UE de un
debate sobre la posibilidad de reducir las sanciones de tipo diplomático
que el club comunitario impuso a Cuba en junio del 2003 a raíz del
encarcelamiento y la condena de 75 disidentes y de numerosos escritores
y periodistas.
El Gobierno cubano decidió hace unas semanas liberar a once de los
miembros de la oposición que detuvo en la primavera del año pasado. A la
vista de las excarcelaciones, el 6 de julio los representantes de los
Veinticinco en el Comité Europeo para Asuntos de Latinoamérica (Colat)
prepararon un comunicado que, difundido el pasado jueves por la
presidencia holandesa de la UE, expresa la satisfacción de la Unión por
las liberaciones; reitera la oferta europea de abrir un diálogo con Cuba
destinado a obtener resultados “tangibles” en lo político y lo económico,
e insiste, no obstante, en la necesidad de que La Habana ponga en
libertad sin demora “a todos los presos políticos”.
Pero el debate en el Comité de Latinoamérica tuvo más enjundia. Según
las fuentes consultadas, la representación española dio un giro tan
notorio a sus posiciones sobre la isla caribeña que provocó la
“sorpresa” generalizada de sus colegas. Los socios se dieron cuenta de
que Cuba “no es materia de consenso” entre los grandes partidos
españoles, mientras que sí lo son –o eso se supone– otros capítulos de
la política exterior.
Si hace un año el Gobierno de José María Aznar impulsó los castigos
europeos a La Habana, ahora el de José Luis Rodríguez Zapatero empieza a
defender la desactivación de una parte de ellos. Para empezar, Madrid y
algunas otras capitales quieren revisar la decisión por la que los
Veinticinco invitan a los dirigentes de la oposición cubana –junto con
el Gobierno– a todas sus fiestas nacionales en las embajadas europeas en
la isla. La medida molesta tanto a Castro y los suyos que los
representantes gubernamentales no asisten ya a las celebraciones. Una de
las ideas que ahora estudian los Veinticinco es que las invitaciones a
la oposición anticastrista se limiten a la fiesta del día de Europa, el
9 de mayo.
La decisión final dependerá, sin embargo, de la propia actitud de La
Habana y sobre todo de si continúa excarcelando a presos políticos, caso
en que la UE podría plantearse un levantamiento de todas sus represalias
diplomáticas, entre las que también se cuentan la reducción de las
visitas oficiales a Cuba y de la asistencia a actos culturales
organizados por el Gobierno.
Fuentes de la representación española ante la UE confirmaron que España
es favorable a “dulcificar” las medidas contra Cuba, siempre que Castro
siga haciendo gestos positivos. Las mismas fuentes subrayaron que lo
importante es crear “una dinámica constructiva” en lugar de volver a una
“espiral negativa” como la que Aznar y Castro alimentaron en el 2003,
cuando incluso llegaron a insultarse. Madrid, en todo caso, se atiene a
la posición común de los Veinticinco en relación con la isla, lo que
incluye tanto la satisfacción respecto a las liberaciones de opositores
como la exigencia de que las excarcelaciones se completen.
La postura española en este asunto ha tenido siempre un gran peso dentro
de la UE. Tal como expresa un diplomático europeo, “la posición de
España sobre Cuba suele acabar siendo la posición de toda la Unión”.
En junio pasado, cuando el club comunitario renovó las sanciones contra
La Habana al tiempo que rechazó el embargo económico de Estados Unidos,
el ministro español Miguel Ángel Moratinos se mostró partidario de
revisar esa posición común cada seis meses, y no cada año como ahora. Si
se acepta la propuesta, la próxima revisión se hará el próximo diciembre.
En la declaración de junio, los Veinticino recordaron que “la Unión
Europea nunca ha buscado propiciar cambios mediante medidas coercitivas
que aumenten las estrecheces económicas de la población cubana”.
Añadieron que el aislamiento del país “no contribuye a conseguir los
objetivos” de la Unión respecto a su transición democrática y económica.
También lamentaron que, tras la condena europea de los encarcelamientos
del año pasado, La Habana renunciara unilateralmente a la ayuda de
cooperación de la UE.
Fuente: La Vanguardia
España
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Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 19, 2004
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