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La gran estrategia de La
Habana es garantizar la muerte política de Fox y su partido a cualquier
costo.
Máximo Tomás
La Nueva Cuba
Mayo 6, 2004
El régimen de la Habana mostró una videocinta en la que aparece el
argentino-mexicano Carlos Ahumada -tras casi un mes de permanecer bajo
arresto en manos de la policía política cubana- para probar que hubo una
conspiración del gobierno del presidente mexicano Vicente Fox para
perjudicar al alcalde de Ciudad de México, un potencial candidato a la
presidencia.
En rueda de prensa el canciller Felipe Pérez Roque afirmó que "Ahumada
dijo que propuso a altos cargos del gobierno mexicano entregar dichos
vídeos a cambio de protección legal frente a las investigaciones que
realiza en contra suya la procuraduría general del Distrito Federal,
garantías financieras y compromiso de nuevos negocios". Las
implicaciones de estas aseveraciones podrían exacerbar aún más los
candentes ánimos entre ambas cancillerías.
Perez Roque mostró un vídeo donde Ahumada, deportado hace una semana por
La Habana a México, asegura que entregó los vídeos para conseguir "protección
jurídica y seguridad económica".
No obstante días atrás Carlos Ahumada desde su celda en México había
denunciado la existencia de los vídeos y las posibles maniobras de La
Habana para atribuirle declaraciones, que no eran sino fabricaciones de
la policía política cubana y que fueran obtenidas, según Ahumada, bajo
amenazas y torturas psicológicas.
El régimen cubano podría aún hacer más difíciles las posibilidades de
que el gobierno de Fox pueda restablecer prontamente el nivel
político-diplomático de México con La Habana.
La estrategia de Castro es de largo alcance y está dirigida a colocar a
Fox en una situación en la que ninguna decisión que tome con relación a
las relaciones con Cuba pueda librarle de una derrota política. Castro
quiere al PAN y a Fox fuera de la presidencia mexicana a como de lugar.
Se trata de una molesta piedra en el zapato del Gran Juego político en
el mapa latinoamericano. Con Venezuela en el bolsillo, a Castro le urge
colocar en el país azteca un gobierno "amigo". Esto último es esencial
para aislar completamente a Chile. Perú, Uruguay y Ecuador sólo
requerirían un tiempo más para ser forzardos hacia políticas alineadas
con Cuba y hostiles a Estados Unidos.
La estrategia actual: Si Fox agudiza el conflicto se moviliza a la
opinión pública mexicana y a la oposición contra Fox y se redirige la
atención mediática lejos de alegaciones de corrupción contra los
adversarios de Fox para sumir a todos en dudas y contradicciones sobre
donde está la verdad del escándalo de los videos. Si por el contrario
Fox se deja intimidar, vacila y cede a restaurar relaciones al nivel
anterior la imagen del presidente mexicano quedaría tan destrozada como
la de su ex canciller. Nada salvaría tampoco de una derrota electoral al
PAN.
La señales de las tácticas del régimen están claras en la conferencia de
prensa de Pérez Roque: Cuba estaría dispuesta a restablecer relaciones,
pero al mismo tiempo enumera una serie de graves acusaciones llenas de
malignidad y envenena de tal grado el ambiente político para Fox y su
partido que hace que de aceptar Fox un "borrón y cuenta nueva, aquí no
ha pasado nada" sería el equivalente de estampar su firma en su propia
certificación de autopsia política.
Todo esto explica la táctica de retener en Cuba los mexicanos implicados
y extraerles bajo intimidación confesiones que sirvan de coartada a los
aliados izquierdistas de Castro en México, enterrados hasta los tuétanos
en la corrupción y en el lavado de dinero de los carteles de la droga
mexicano, que por cierto en gran medida era una operación que se llevaba
a cabo en Cuba con la complicidad, anuencia y participación del socio de
los mafiosos mexicanos: el Cartel de La Habana. Cuba tiene también mucho
que perder si Carlos Ahumada es procesado y se hacen públicos los
entramados de las operaciones de lavado de dinero y la mejor posibilidad
de anular las revelaciones es intimidar y coaccionar a Fox.
De manera que para el dictador cubano las relaciones políticas y
económicas con México no tienen por el momento prioridad alguna, ya que
la Venezuela de Chávez ha sustituido a México como garante del petróleo
tan necesario.
La expulsión como persona "non-grata" de México del alto oficial de la
Contrainteligencia cubana Orlando Silva, quien operaba como Jefe del
Centro de Inteligencia cubano en México bajo el ropaje de "Consejero
Político" de la embajada cubana sorprendió a La Habana y limitará
sensiblemente las operaciones de Cuba, principalmente las dirigidas
contra Estados Unidos. Pero si bien es cierto que esta es la única
pérdida sensible para La Habana en esta "crisis": Ceder su más
importante base de operaciones de inteligencia y contrainteligencia
hacia Estados Unidos y Latinoamérica -México, la "Casablanca del
Castrismo", también esa pérdida es considerada por los "técnicos" del
aparato de inteligencia cubano como sólo transitoria y "digerible".
Sin embargo, nada es ahora para Castro más urgente que salvar
políticamente al alcalde de México DF, Andrés Manuel López Obrador,
miembro del PRD e izquierdista amigo de Castro y hasta recientemente
considerado ya el próximo presidente de México y destrozar políticamente
a Fox y al PAN; borrarlos del panorama político mexicano es prioridad
absoluta de la agenda de La Habana.
El que Castro enviara a México a reunirse con los políticos perredistas
a nada menos que José Antonio Arbesú, habla por sí solo de la
importancia capital que concede Castro a pulverizar políticamente a Fox
y su partido. Arbesú antiguo brazo derecho del ya fallecido Comandante
Manuel Piñeiro Losada "Barbarroja" y quien sucediera posteriormente al
frente del tenebroso Departamento América, del Comité Central del
Partido Comunista de Cuba; herramienta este último de desestabilización,
penetración, subersión y espionaje para América Latina.
Fuente: La Nueva Cuba
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