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Compromiso de Bush con el fin de
Castro
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush está comprometido ''de
manera decisiva'' con lograr un cambio democrático en Cuba, aseguró ayer
en Miami, Roger Noriega, subsecretario de Estado para Asuntos
Hemisféricos.
''No vamos a tolerar ninguna consesión unilateral en favor del régimen
de Fidel Castro y estamos decididos a aumentar nuestro apoyo a la
disidencia interna'', afirmó Noriega a El Nuevo Herald durante una
conferencia de prensa.
Noriega fue uno de los oradores invitados al seminario organizado por el
Instituto de Estudios Cubano y Cubanoamericanos de la Universidad de
Miami, que tuvo como sede el hotel Biltmore de Coral Gables.
El funcionario elogió la actitud mantenida por la oposición interna en
la isla, en medio de la ola represiva desatada por el gobierno, y en
particular la decisión del líder del Movimiento Cristiano Liberación,
Oswaldo Payá, que la víspera presentó a la Asamblea Nacional del Poder
Popular en Cuba 14,000 nuevas firmas en favor del Proyecto Varela.
''En mi opinión esas personas son héroes que dejan claro que hay gente
luchando por su libertad y sus derechos humanos'', subrayó.
Noriega, inauguró el seminario con una conferencia en la que reiteró el
compromiso de la actual administración de unificar esfuerzos por
alcanzar un cambio de régimen en la isla.
''El presidente Bush está comprometido en la búsqueda del fin del
régimen de Castro y en desmantelar el aparato que lo ha mantenido en el
poder'', afirmó. ``Nos estamos moviendo rápida e inexhorablemente hacia
ese objetivo''.
En ese sentido Noriega abogó por mantener la unidad de propósitos entre
la administración Bush y los diferentes grupos políticos opositores al
castrismo.
''No hay dudas de que Castro y sus acólitos están usando los días que le
quedan en el poder para tratar de dividir a quienes estamos
comprometidos con la libertad de Cuba'', puntualizó.
Castro, dijo Noriega, ''está desesperado'' por dividir a la oposición
democrática dentro y fuera de la isla y en esos esfuerzos está
emnpleando a todo su equipo de inteligencia.
''Nosotros disponemos de evidencia muy actual en ese sentido'', subrayó.
El alto funcionario norteamericano dijo que Estados Unidos desea que los
gobiernos de América Latina ''hablen de manera más clara'' en favor de
la democracia en Cuba y en contra de la represión'', de la misma forma
que en Europa los gobiernos y partidos de diversos signos políticos se
están pronunciando contra la dictadura cubana.
''Cuando la Administración Bush y el Partido Comunista de Francia,
condena al unísono la represión castrista, hay que llegar a la
conclusión de que Castro está en serios problemas'', apuntó.
Por su parte, Adolfo Franco, subdirector para América Latina y el Caribe
de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID
por sus siglas en inglés), afirmó que el gobierno norteamericano
aumentará su apoyo al movimiento opositor en Cuba para ayudarlo a
impulsar un proceso de transición política en la isla.
''Vamos a tratar de conseguir más fondos para asignarlos a ese esfuerzo.
Después de la última ola represiva, la respuesta nuestra es que se debe
hacer más'', dijo Franco, quien fue el orador invitado durante el
almuerzo.
El seminario contó con dos paneles de discusión, dedicados a analizar la
situación interna en Cuba y la política del embargo de Estados Unidos,
respectivamente, y se desarrolló paralelamente a un evento que tuvo
lugar en el mismo hotel, organizado por grupos que favorecen la
normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que contó con
la intervención especial del ex jefe de la Unión Soviética, Mijail
Gorbachev.
''Creo que la diferencia fundamental entre ambos encuentros es que
nosotros aquí estamos teniendo en cuenta no sólo el factor externo, sino
también el escenario dentro de la isla'', afirmó el profesor Jaime
Suchlicki, director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de
la Universidad de Miami. |
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