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Cartas
Carta de Juan Carlos González Leiva al Obispo John
H. Ricard Presidente del Comite de la Política Internacional de la
Conferencia de Obispos Católicos de los E.U. de América.
Ciego de Avila, Cuba. 12 de agosto, 2004
Obispo John H. Ricard
Presidente del Comite de la Política Internacional de la
Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU. de América.
Honorable Señor:
Es un gran placer para mí saludarle y desearle muchas bendiciones de paz,
amor y esperanza en el glorioso nombre de nuestro Señor Jesucristo.
El motivo de esta carta es dejarle saber que, a pesar de la hermética
censura a que estamos sometidos los cubanos, he podido leer el
comunicado del pasado 27 de Julio sobre Cuba del comite que Ud. preside
en la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU. de América. Por la
importancia que reviste el asunto tratado, no puedo menos que
responderle desde mi posición de cubano, de abogado ciego que aún padece
las secuelas de 26 largos meses de cárcel y torturas físicas y psíquicas
que me fueron practicadas día tras dia por los militares cubanos.
Asimismo le respondo como presidente de la Fundación Cubana de Derechos
Humanos, institución que predica estos derechos fundamentados en el
Cristianismo y cuya creación me llevó a prisión.
Fue el segundo congreso de esta organización en que participamos 114
activistas, defensores de derechos humanos, celebrado el 9 de febrero
del 2002 en la finca La Juana, Piedrecitas, provincia de Camagüey quien
no sólo manifesto su total respaldo al embargo del gobierno
norteamericano al régimen de La Habana sino, que solicitó su
endurecimiento y la radicalización de la política de la Unión Europea y
demás países de la comunidad internacional en tal sentido.
Para lo participantes en este cónclave nos quedó claro que la única
protección que tenemos los activistas de los derechos humanos en Cuba y
los periodistas independientes es, precisamente, la opinión pública, la
comunidad internacional y sus medidas de presión o castigo contra las
tiranías.
La libertad y la democracia de Cuba no nos vendrá dentro de la
ciudadanía americana ni de ninguna otra mediantes los contactos de
pueblo a pueblo. Nuestro vigor y nuestras calamidades han de combatir y
aquel finalmente, suplantará a este.
Agradezco los esfuerzos generosos de todos los seres humanos de
cualquier nacionalidad para ayudar a nuestro país. Así, aprecio los
suyos en nombre de la Conferencia de Obispos Catolicos de EE.UU. aunque,
en mi opinión, totalmente errados. El levantamiento del embargo con su
flexibilización no conlleva a soluciones o mejoras para nosotros los
cubanos. Ninguna libertad ha llevado el comercio americano a China. No
podemos confundir libertad con los pescados de la esclavitud israelita
en Egipto.
Esta política de métodos erráticos que caba la tumba de nuestras
libertades, derechos y de poder alcanzar éxitos, sólo vendrá a apuntalar
y dar oxígeno al régimen tiránico en los estertores de su muerte y a
prolongar más aún el martirio de todo un pueblo.
JUAN CARLOS GONZALEZ LEIVA.
Presidente de la Fundación Cubana de Derechos Humanos en prisión
domiciliaria.
Testimonio dado vía telefónica desde Cuba por Juan Carlos González Leiva.
Dirección: Honorato del Castillo # 154, entre República y Cuba, Ciego de
Avila, Cuba.
Tel: + 53-33-222235
Grabado, transcrito y traducido al
inglés. Coalición de Mujeres Cubano-Americanas.
Dirección Electrónica:
Joseito76@aol.com Fax: + (305) 740-7323
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