|
|
Artículos
Saddam Capturado. Juicio en Puerta.
Implicaciones para Cuba.
Por: Alberto Luzárraga
Fuente: www.futurodecuba.org
Hemos seguido con atención el caso Iraquí por su conexión con
Cuba en cuanto a los pasos a dar para lograr la libertad tras un régimen
despótico. Cosas que resaltan: Tribunales por crímenes de guerra en vía
de formación, sistema judicial que será cambiado de raíz, casta
gobernante despojada de sus privilegios y negocios, partido Baath
lustrado, deuda externa impagable en vías de condonación, ejército
desbandado, policía política desaparecida, proyecto de constitución
nueva y de elecciones directas con partidos y programas, libertad de
inversión y negociación.
Y ahora Saddam capturado, desgreñado y sucio, escondido como una alimaña
en un hueco miserable será juzgado por un Tribunal Iraquí. Es una imagen
que impactará en la mente de los déspotas y sus camarillas Se le darán
todas las garantías procesales porque así debe ser. Es conveniente
probar hasta la saciedad la magnitud de los crímenes para que el pueblo
se informe y el país se quite de encima esa carga psicológica. La
pesadilla del pasado debe ser enfrentada, digerida y archivada en la
psique nacional porque sólo entonces se podrá empezar a construir un
país normal y un estado de derecho.
No existe estado de derecho viable si se tolera la impunidad de los
delincuentes, si estos se pasean a sus anchas y presumen de su dinero
mal habido, y con cinismo niegan sus crímenes contra la humanidad. Eso
no sería bueno para Irak y tampoco lo sería para Cuba. He aquí la
conexión cubana: Hay dos modelos recientes de dictadura despótica en
vías de cambio. El primero es el modelo ruso con privatizaciones
abusivas y cuestionables que desembocó en la KGB 'modernizada' en el
poder. El segundo es el camino de Irak. Reforma a fondo.
Bajo el primer modelo todo queda más o menos igual pues los cuadros
gobernantes no cambian gran cosa. Se hacen elecciones y se crean formas
'democráticas', el guante de hierro se forra de seda y el poder
económico se distribuye 'juiciosamente' para que el estado y sus
acólitos privados ocupen la posición preeminente que no piensan ceder. Y
mientras tanto nadie ha respondido de nada respecto a los abusos del
sistema soviético. Hay aún quien pretende restaurar la estatua de
Derzhinsky frente al antiguo edificio de la siniestra CHEKA estalinista.
Bajo el modelo que se ve en vías de desarrollo en Irak se va a fondo
porque se entiende que no hay otra vía. Son demasiados años, demasiados
crímenes, demasiado adoctrinamiento, demasiado despojo de la riqueza del
país por la camarilla gobernante y sus socios extranjeros y nacionales.
Cuba no es diferente. Cualquier proyecto de cambio que no vaya al fondo
no es confiable. Como identificarlo:
Cualquier proyecto que no haga de los tribunales institución
independiente, integrada por jueces nuevos y competentes no quiere
verdadera justicia, cualquier proyecto que no hurgue en el origen de la
riqueza mal habida no es honesto, cualquier proyecto que no arranque de
raíz de la cosa pública a los dirigentes abusivos y aprovechados no
quiere la transparencia y el buen gobierno. Cualquier proyecto que no
elimine un ejército costoso y una policía política siniestra y lo
sustituya por una simple policía que defienda al ciudadano y un servicio
de guardacostas que defienda a la nación de los traficantes de drogas,
no garantiza la libertad. Cualquier proyecto que no opere abiertamente y
restablezca de inmediato las libertades contenidas en el título IV de la
Constitución del 40 (incluyendo sindicatos libres) no está dispuesto a
conceder libertades a un pueblo que cuenta con gente muy valiosa que
sabe como ejercerlas responsablemente. Cualquier proyecto que no hable
de la carga imposible de deudas pactadas con los países de origen de
muchos empresarios explotadores y de los abusos de esos empresarios, no
actúa con franqueza. Cualquier proyecto que restrinja caprichosamente el
acceso de capital a la isla no quiere el progreso de todos sino de
grupos. Cualquier proyecto que discrimine entre grupos de cubanos no une
la nación sino la divide y la división la aprovechará alguien.
Justicia no es truculencia. No debe haber en Cuba pena de muerte.
Bastantes hemos tenido ya. Pero tiene que haber justicia o no hay Cuba
libre sino una a triste pantomima de ella.
Los 'reformistas' que quieren despacharse a su gusto negociando con la
casta dirigente encastillada en sus privilegios viven en un mundo irreal.
Negociarían con fantasmas a punto de desaparecer. La imagen de Saddam y
su camarilla, acusados, desenmascarados, y condenados ante el mundo los
perseguirá inexorablemente.
No hay donde esconderse. Cuba requiere bisturí a fondo y no curitas ni
retórica hueca.
|
|