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Artículos
Reflexión sobre el documento de Osvaldo Payá. (I)
Balón de Ensayo y Galimatías.
Por: Alberto Luzárraga
Fuente: www.futurodecuba.org
He leído cuidadosamente las 101 páginas de este documento. En mi vida
profesional he trabajado por muchos años con documentos difíciles y
enredados. Este anda cerca de llevarse el premio de falta de claridad y
por eso merece el calificativo del título, pues 'galimatías' significa
escrito oscuro, confuso y embrollado. Y además es balón de ensayo,
porque está redactado mayormente para el exilio, dado que en Cuba hay
pocas personas que disponen de medios para imprimir y difundir 101
páginas.
Toca temas jurídicos, constitucionales, económicos, de inversión y de
banca y moneda. El Documento de Trabajo según palabras de Payá "ha sido
elaborado por un equipo de ciudadanos cubanos que vivimos en la Isla,
como guía para realizar una Consulta Popular en un Diálogo Nacional y
lograr un programa de consenso." Lamentablemente los integrantes de este
equipo se mantienen en el anonimato pues sorprendentemente sólo lo firma
Osvaldo Payá. Es sólo el comienzo de las oscuridades e imprecisiones
porque se estila en todas partes que un equipo de trabajo se identifique
y se provea un currículo de las personas que lo integran a fin de poder
evaluar sus diversas capacidades. Y porque no quiero caer en el mismo
error aclaro que voy a opinar sobre cuestiones jurídicas y
constitucionales porque soy abogado y miembro del U.S. Association for
Constitutional Law y sobre temas de Inversión, Banca y Moneda porque he
sido banquero internacional por muchos años radicado en New York.
En mi carrera me ha tocado acompañar los procesos de vuelta a la
normalidad legal de muchos países y asimismo el cambio de sistemas de
economía dirigida a economía de mercado. Para analizar este documento me
he hecho el propósito de examinarlo sólo en función de un criterio: ¿Funciona
para crear libertad y progreso para Cuba o no? Adelanto la respuesta que
justificaré mas adelante: Me gustaría acordarle una calificación de
sobresaliente a este documento pero no puedo hacerlo porque es
tremendamente contradictorio, y por ello deficiente e inoperante en
muchos de los temas que cubre.
Las contradicciones empiezan por afectar el principio básico del estado
de derecho liberal y democrático: La igualdad ante la ley. Al sentar
principios que guíen a Cuba Payá copia en su trabajo el artículo 20 de
la Constitución del 40: "Todos los cubanos son iguales ante la Ley. La
República no reconoce fueros, ni privilegios personales." El antecedente
de ese artículo está en la Constitución de 1901 pues la del 40 sólo
añadió la palabra 'personales.'
Es importante aclarar que esta idea de la igualdad tiene rancio abolengo
en el constitucionalismo cubano. La Constitución de Guáimaro anticipaba
la idea al decir: "Art. 26 - La República no reconoce dignidades,
honores especiales, ni privilegio alguno."
Dados los antecedentes, es absolutamente inaceptable que Payá cree
clases de cubanos según su lugar de residencia y sus cualidades
personales cuyas clases tendrán derechos diferentes solamente en base a
esos absurdos criterios. Es una abominación constitucional que lanzaría
la nueva república a una vida de conflicto y enfrentamiento. ¿Y nos dice
que pretende crear un programa de consenso?
No lo entiendo, porque la separación de 2 millones de cubanos de su
Patria no ha sido voluntaria, sino cruelmente impuesta a través de 45
largos años. Por ello aún se mantiene el patriotismo de todas las
oleadas y mareas de exiliados. Ha habido muchas, desde las iniciales y
la del Mariel hasta las más recientes. Pero no ha pasado un año en que
con o sin oleadas se nutra el exilio de cubanos hartos y desesperados o
de luchadores expulsados. No hay separaciones tajantes en el tiempo. Es
un exilio constantemente renovado, y enorme.
¿Qué país tiene el 20% de su población fuera de su territorio? ¿Que país
dentro de esos números ha conseguido un grado igual de éxito económico,
educativo, y social en su exilio? No es un secreto que la inmensa
mayoría de los cubanos se han ganado a brazo partido una posición digna
y han mejorado sus conocimientos en todas las profesiones y en casos han
sobresalido notablemente. No es un secreto que han sido generosos en
apoyar económicamente a sus compatriotas en la isla. No es un secreto
que han sido acogedores con los recién llegados. En todas partes esos
activos humanos y sus recursos económicos serían valorados y deseados
pero Payá les teme y los discrimina y eso aparte de injusto, no funciona.
Son demasiados los cubanos preparados y no dispuestos a quedarse
callados.
Pero no para ahí la manía discriminadora. Payá propone crear un
organismo que ejercería el poder de gobierno, el 'Consejo Nacional de
Gobierno Transitorio' compuesto por 33 miembros de los cuáles 15 serían
nombrados entre la 'oposición pacífica' por el 'Comité Ciudadano de
Reconciliación y Diálogo' (CCRD), 15 por la Asamblea del Poder Popular,
y 3 más que serían uno masón, otro católico, y otro bautista. Si Cuba
fuera un país tribal pudiera excusarse que cada tribu nombrase un
delegado. Pero cuando en materia de derechos políticos se escoge una
cualidad o afiliación de una persona, se discrimina. Los yorubas,
maestros, sindicalistas etc. también están organizados. ¿Por que
excluirlos? La respuesta es obvia: Para no discriminar hay que
generalizar y hablar de cubanos y no de clases de cubanos. Aparte de que
no se sabe a ciencia cierta de donde surge el Comité Ciudadano que hace
los nombramientos, el proyecto claramente viola el principio de igualdad,
y la tradición constitucional cubana no discriminatoria.
La religión no es base para escoger a nadie, es decisión personal e
íntima. E igualmente el pertenecer a una sociedad es también algo
personal que no debe conferir un privilegio. ¿Y por qué solamente se
escogen delegados de la 'oposición pacífica'? ¿Quiere decir que los
presos, o sea, Biscet, Roque Cabello, y los 75 recientemente detenidos
están excluidos por no ser 'pacíficos'? ¿Cómo se define pacífico, quién
lo define? ¿Y por qué los luchadores forzados a exiliarse están
excluidos de la 'primera etapa' durante la cual sólo serán miembros del
Consejo 'cubanos que viven en Cuba'?
¿Es que los cubanos pertenecientes a la castrista y dúctil Asamblea del
Poder Popular son 'mejores' porque viven en Cuba? Si usted amigo lector
está confundido, aguarde un poco porque resulta que nos dice Payá en
cuatro ocasiones que esta propuesta no sería necesaria en caso de
aprobarse el Proyecto Varela. Un momento, no entendemos. ¿No fue la
Asamblea del Poder Popular la que rechazó por unanimidad el Proyecto
Varela? ¿Es que hay negociaciones con la Asamblea y el gobierno?
Si esto es confuso consideren lo siguiente. El Comité Ciudadano de
Reconciliación y Diálogo (CCRD) aparentemente (no resulta claro) surge
de los Comités de Base de Diálogo y Reconciliación (CBDR) que según Payá
"garantizan la presencia del pueblo desde la base, en el proceso de
transición. Estos comités de base se formarán en todos los centros de
trabajo, cuarteles, barrios y escuelas."
¿Estructura, calificaciones para pertenecer, sistema de elección,
exclusión de los CDRs para que no se 'transformen', en CBDRs? Todo eso
está en el limbo pues no hay definiciones sobre cómo y cuando surgen
estas estructuras y en que contexto. ¿Lo facilita el gobierno? ¿ O es
que esto es sólo para entretenernos?
Sabemos sin embargo, que en cuanto al Partido Comunista el documento
dice lo siguiente: "Los miembros del PCC y sus cuadros, pueden seguir en
sus labores administrativas, de dirección, profesionales y técnicas,
pero como funcionarios o trabajadores, sean ministros o empleados, sin
ser discriminados ni limitados en posibilidades. Queda claro que los
comunistas son parte del proceso transitorio, pero ya no estarán por
encima de la sociedad y sus instituciones."
O sea que preocupa asegurar la no discriminación de los comunistas,
asegurar que no serán 'limitados' pero en cuanto a los otros cubanos:
esperen y limítense.
El documento es rica mina de contradicciones inoperantes. No queremos
extendernos demasiado. Por ahora basta en cuanto al principio de
igualdad ante la ley. En otros artículos examinaremos asuntos legales,
constitucionales y económicos.
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