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Artículos
¿Valió la pena?
Por María Elena Morejón*
En algún momento tuve la impresión que podía lograr que algunas voces,
con elemento de causa por haber sido víctimas directas, se dignaran a
emprender un camino más consecuente con lo que está ocurriendo, pero NO,
no ocurrió así, Dios sabe por qué y yo seguiré sin entenderlo.
Hemos amanecido un día de estos con la noticia de que la dictadura
cubana ha decidido poner en libertad, primero a cinco presos políticos y
más adelante o de a poco y en un período de tiempo de 3 a 4 meses, a
otros 47, con lo cual se excarcelaría en su totalidad al grupo de los 75
disidentes u opositores, tal como sea el caso, que fueron encarcelados
en 2003 en la llamada "Primavera Negra de Cuba". La noticia de que esas
personas salgan a la libertad nos alegra, en todo caso porque jamás
debieron haber pasado más de 7 años de su vida en las condiciones en que
las han mantenido.
Hasta aquí lo positivo de este nuevo capítulo de las telenovelas a las
que nos tienen ya acostumbrados los Castro y todo lo que alrededor de
ellos se mueve, a partir de este momento expongo entonces lo que tal vez
no le guste escuchar a un montón de personas, que no sé por cuales
razones se ha empeñado en no querer ver y peor aún, que algunos otros no
veamos, que detrás de todo esto nos están robando la LIBERTAD por la que
muchos hemos luchado tanto y sacrificado lo más querido, lo más
entrañable dentro de nuestros corazones, la propia familia.
Ante todo me asiste el derecho de opinar por mi condición de cubana, ese
ante todo, después me asiste otra vez el derecho por mi condición de
exiliada política, sí, exiliada política por escogencia, porque bien que
me pude adjudicar el de residente y con ello evitarme algunos escándalos
periodísticos en este país que me acogió pero que a su vez no comprendió
en algunos momentos que hay principios que no se negocian.
Me asiste el derecho a opinar porque desde que vivo fuera de Cuba, sea
cual fuere la razón por la que comencé a gritar a los cuatro vientos las
violaciones de derechos humanos en mi tierra no he dejado de hacerlo ni
un solo día de mi vida desde entonces y para eso he contado solo con la
poca plata que me he ganado trabajando de sol a sol, día y noche, con la
responsabilidad, además, de sacar adelante a un hijo por el que tuve que
luchar a corazón partido para que esa dictadura le permitiera crecer
junto a la madre que le trajo al mundo, o sea, y para que no queden
coletillas por ninguna de las partes, jamás he recibido ni ordenes, ni
pagos, DE NADIE.
Me asiste el derecho a opinar porque a algunas de las personas de quien
lo voy a hacer he apoyado con todas mis fuerzas en estas tierras y he
luchado por ellas a expensas de miles de dificultades y traspiés.
LLámese Héctor Palacios o Guillermo Fariñas.
Voy a confesar que me he debatido en todos estos días entre la opción de
mirar y guardar para el futuro ó de exponer mis opiniones, todo en
función de lo mejor para Cuba, esa Cuba que me pregunto si algún día
volveré a ver y a la que cuido como al hijo que engendré y que tanto me
desvela. Claro que siempre hay opiniones y actuaciones que a uno lo
remueven y a veces desesperan, pero hay algunas que te copan, que te
pueden.
Primero vino la llamada "carta de los 74", algunas firmas me asombraban,
otras eran esperadas y previsibles, en ese episodio la opción de
mantener silencio prevaleció, aún cuando lo considero una ALTA TRAICION
a la causa de la libertad de Cuba, una ALTA TRAICION a todos aquellos
que hemos entregado lo mejor de nuestras vidas a luchar por Cuba, una
ALTA TRAICION a nuestros muertos, a los mártires de esa tierra que tanto
pelearon y entregaron sus vidas por ver una tierra libre de esa carroña
llamada Castro y dentro de ellos al más reciente Orlando Zapata Tamayo.
Este evento, a pesar de todo se lo dejo a la historia, ella no perdona,
algún día toda la verdad saldrá a flote, no hay más que un día tras de
otro y entonces, cada quien tendrá que pagar sus deudas.
Ahora nos llegan las liberaciones de los presos políticos, de algunos,
de los que nosotros mismos ayudamos a hacer conocidos. Se hicieron
listas, se elaboraron slogans, se encerró la libertad de Cuba en un
número 75. Error tremendo, ahora tendremos que dedicarnos a repararlo
pero junto a estos anuncios vienen otros.
Héctor Palacios, entre otras cosas muy increíbles le dice al mundo: "Ya
no hay razones para mantener la posición común europea"
Palacios ignora que las cárceles de Cuba están aún plagadas de hijos de
ese pueblo que han sacrificado sus vidas por la libertad de su tierra??
Palacios ignora que habemos en el mundo miles que no podemos entrar a
nuestro terruño ni siquiera a enterrar a nuestros muertos simplemente
porque hemos levantado nuestras voces, en muchos casos para que él y
otros que hoy le entregan en bandeja de plata a la dictadura la Libertad
por la que tanto hemos dado, ¿gozarán de la libertad?
Palacios ignora que salir de Cuba condicionado entre podrirse detrás de
las rejas o salir al extranjero es la peor opción que se le puede dar a
un ser humano, aún cuando lo adornen del modo que sea o aún cuando
muchos de los que salen ya lo deseaban hacer antes de entrar a la cárcel,
según he podido escuchar en boca de algunos de los propios familiares.
Fariñas secunda a Palacios expresando que las sanciones de la Unión
Europea se deben levantar por un año hasta ver "si en el término de un
año siguen habiendo otras excarcelaciones y si no se violan otros
derechos humanos, este es el momento, de manera muy sutil, pero de
exigirles" y continúa: "No sabemos en qué situación está el gobierno
económicamente, en qué situación está políticamente ni socialmente"
¿Fariñas no sabe de verdad en qué situación está el gobierno
económicamente, ni políticamente, ni socialmente?
Yo le pregunto a Fariñas si nuestro derecho como cubanos de entrar a
nuestra tierra no cuenta dentro de los derechos de los cubanos, si los
otros presos políticos que expusieron su pellejo por nuestra patria no
cuentan dentro de sus derechos humanos, si la libertad de expresión y de
movimiento no cuentan dentro de sus derechos humanos. Le pregunto si ya
para él no cuenta la falta de internet por la que durante seis (6) meses
mantuviera una huelga de hambre y por la que entre otras personas
cabildeé para que le fuera entregado el premio a los Derechos Humanos de
la ciudad de Weimar.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=8252
Le pregunto a Fariñas y a Palacios si la depauperación moral y económica
de nuestro pueblo no cuentan dentro de esos derechos humanos, si la
ideologización de nuestros niños en los antros de las escuelas al campo
y en el campo no cuentan, las familias separadas y miles de otras
violaciones de los derechos humanos que ya por tantos años de ignominia
han pasado a formar parta de la "NADA COTIDIANA" haciendo, en casos, que
muchos de los cubanos padezcan de un profundo síndrome de Estocolmo.
Yo, María Elena Morejón Rodríguez, con el derecho que me asiste como
ciudadana cubana, como exiliada política, como hija de mis padres a
quien no me permitieron el sagrado derecho de despedir en su tumba, como
madre de un niño de quien me separaron por más de dos años, como niña
que padeció los oprobios, vejaciones, maltratos y castigos de las
escuelas en el campo les digo a Héctor Palacios a Guillermo Fariñas que
hoy me siento traicionada por ellos y que yo si voy a seguir pidiéndole
a Unión Europea se mantengan las sanciones a la DICTADURA CASTRISTA, con
la misma fuerza con la que pedí la Libertad de Héctor Palacios en su
tiempo y el Premio de Fariñas.
Y para que a Palacios, Fariñas y todos los que me van a tildar de....
miles de adjetivos les quede claro les informo que esta persona que les
habla se paró a -10 grados de temperatura en la Plaza de la Silla Rota
en Ginebra en 2003 a denunciar la encarcelación de Palacios y sus 74
compañeros. Esta persona que hoy le dice a Palacios: Nos has TRAICIONADO,
cada año, uno tras otro se ha plantado a expensa de amenazas, ofensas,
con un frío que calaba los huesos, frente a la cueva de los Castro en
Berlín a pedir la excarcelación de Palacios y sus compañeros, a apoyar a
Guillermo Fariñas en su huelga de hambre del 2006. Esta persona que hoy
expresa desgarrada sus opiniones elaboró la mayoría de la información
que formó parte de la denuncia presentada ante las Naciones Unidas por
la Sociedad Internacional de Derechos Humanos (IGFM por sus siglas en
alemán) y para la que en especial se presentara el caso de Héctor
Palacios y otros 15 presos políticos, muchas de esas informaciones
salieron de llamadas personales con sus familiares en Cuba a costa de mi
bolsillo, de días y días sin poder prácticamente compartir con mi
pequeño hijo más que la hora de su comida y un beso a mi regreso del
trabajo cuando ya él dormía.
Palacios, Fariñas, y todos los que se han juntado a darle un espaldarazo
a la dictadura justo cuando el barco se hunde: USTEDES ME HAN DEFRAUDADO.
12 de Julio del 2010.
Hannover, Alemania.
* Ing. María Elena Morejón
Rodríguez, es cubana y reside en Hannover, Alemania. Su lucha y
activismo en favor de la libertad de Cuba es reconocido, actualmente
funge como Delegada del M.C.U.D. en Alemania. María Elena Morejón
protagonizo una larga y dura batalla en contra de la dictadura cubana
por lograr la reunificación con su pequeño hijo (7 años entonces) el
cual era mantenido como rehen motivo de su no regreso a la isla.
**Nota de la autora
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