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Artículos
Quien me quiere no me pone esclavo
Por Lázaro González Valdés, ex preso de conciencia
Los católicos de Cuba dialogan con el opresor del
pueblo (el partido comunista o PCC) y hasta toleran sus diferencias con
él, pero truenan como rayo de temporal contra las víctimas del PCC que
expresan opiniones contrarias a las de la curia diocesana como ocurrió
con los opositores firmantes de la queja al Papa Benedicto XVI.
Cuando los activistas pro democracia declararon que “una correcta
mediación sobre el tema, hubiera implicado oír los reclamos de ambas
partes y conciliarlos” y cuestionaron “¿por qué no se pide también –públicamente-
que termine el embargo que le tiene la dictadura a todo el pueblo cubano?”,
el arzobispado consideró estas ideas “de contenido ofensivo para con la
Iglesia” en tanto que los editorialistas de la publicación Espacio
Laical afirmaron tajantemente que “Esta carta responde a la política del
odio”.
Sin embargo, en declaraciones relativas a la conclusión de la X Semana
Social Católica “los delegados (en ese evento) consideran que el diálogo
es el estilo de la misión de la Iglesia en la sociedad” y especificaron
que “debe ser un diálogo en la verdad, sincero sin evadir temas, sin
miedo ni prejuicios, capaz de vencer la desconfianza acumulada”.
Considerando lo antedicho, ¿qué puso iracunda a la curia y a sus
seguidores?
Algunos creen que el origen de las respuestas agresivas de los católicos
(totalmente contrarias a sus predicas de amor, reconciliación y perdón)
se deben a que la curia diocesana prefiere dialogar con quienes detentan
el poder y con los activistas de tendencias izquierdistas, quienes son
partidarios del levantamiento del embargo y consideran reformable el
ordenamiento impuesto en Cuba por el PCC.
Esta versión podría quedar confirmada en la Declaración de la revista
Espacio Laical cuando sentencia: “Los sectores que aspiran única y
simplemente a derrocar al Gobierno cubano, no pueden ni deben ser los
que tengan en sus manos el futuro de Cuba”.
¿Qué pasa con ese “diálogo en la verdad... sin evadir temas, sin miedo
ni prejuicios”... propuesto en la X Semana Social Católica?
Quizá el meollo de esas contradicciones se encuentra en las
declaraciones de un no católico quien prefiere el anonimato. El hombre
dijo al respecto: “Un refrán congo enseña que quien me quiere no me pone
esclavo. Si los católicos pretenden imponer como solución un diálogo que
excluirá a quienes no piensan como ellos, tampoco me quieren. Los
católicos se podrán reconciliar con los gobernantes pero otro refrán
explica que: Un palo solo no hace monte”, concluyó.
*Lázaro González Valdés, Exprisionero político
(conciencia) en Cuba, fue uno de los cinco ejecutivos principales de
Concilio Cubano y fue detenido durante la ola de arrestos que fue causa
parcial de la no celebración del Concilio Cubano en 1996. Actualmente
reside en Miami y continua contribuyendo a la causa de la libertad de
Cuba, dirige la página de Internet Semanario a Fondo, Dirige S.O.S.
Justicia, organización encargada de recoger denuncias de violaciones a
los Derechos Humanos cometidas por el actual sistema comunista en Cuba
para en su momento oportuno tornar dichas denuncias a los tribunales
competentes.
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