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Los comunistas no juegan ajedrez
Por Lázaro González Valdés*

Miami, Florida, 27 de mayo, 2009. Hace meses que se dice “ahora le toca al gobierno de Raúl Castro mover sus fichas en el ajedrez político”. La frase trillada ha sido requetetrillada desde que Fidel Castro enfermó irreversiblemente y su hermano Raúl heredó la presidencia del régimen que oprime a la generalidad de la sociedad cubana.

José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de España, declaró que a La Habana “le toca mover ficha” y precisó: “Ahora el gobierno cubano tiene que hacer reformas” (ver enlace 1).

Por su parte el presidente Barack Obama también cree que tratar con los criminales del partido comunista de Cuba (PCC) es como jugar ajedrez, donde cada jugador tiene un turno para mover sus fichas en un tiempo determinado, y de ahí que Obama espere “signos claros hacia la democratización” por parte del PCC (ver enlace 2).

La ignorancia de Zapatero, Obama y otros extranjeros era de esperar pues desconocen el contexto cubano, el cual es tan complejo que hasta disidentes como Ricardo Bofill, Oscar Peña, Vladimiro Roca, René Gómez Manzano y Carlos Alberto Montaner le piden a los comunistas por enésima vez una mesa de diálogo nacional por considerarla “el mejor modo de canalizar los cambios democráticos... que necesita el país” (ver enlace 3).

Extranjeros y nacionales, se equivocan. Los siguientes hechos y definiciones confirman mí aseveración.

El verbo dialogar tiene dos significados básicos. Uno es “discutir puntos de vista para lograr un acuerdo”, y el otro “conversar dos o más personas intercambiándose el turno de palabra” (ver enlace 4).

Por su parte, mediante el uso de la violencia extrema, el PCC es de jure y de facto “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista” (ver enlace 5).

Considerando estas realidades no es posible que los dirigentes del PCC, de la sociedad y del estado acepten proposiciones diferentes a las suyas.

Los comunistas fueron entrenados y síquicamente condicionados para imponerle sus creencias a la mayoría del pueblo de Cuba por medio de métodos científicos y violentos.

Los funcionarios del PCC han degenerado mentalmente hasta convertirse en antisociales. Tratamos con una minoría compuesta por criminales organizados quienes a través de su asociación no solo controlan los poderes legislativo, ejecutivo y judicial sino que los han mutado en órganos militarizados cuya tarea principal es garantizar la permanencia del PCC en el poder a costa de liquidar todo signo de oposición que ponga en peligro ese status quo.

A consecuencia de ese diseño de república bélica, el ordenamiento legal devino en coartada pro comunista y máquina exterminadora de las libertades básicas por lo tanto no hay vías nacionales para conseguir administración de justicia ni para garantizar los pilares de la democracia.

Quedaría apelar a la voluntad de cambio de los directores del PCC pero esa presunta voluntad democrática (a la que se recurre inútilmente desde 1988) no existe, como lo demuestra el hecho de que a las proposiciones de cambios los comunistas responden ordenándole a sus fuerzas militares que repriman a los proponentes.

La Historia demuestra que cuando no hay vías civilizadas y pacíficas para solucionar los conflictos hay que usar la fuerza. Como la oposición al PCC no dispone de ejércitos ni cuenta con la solidaridad efectiva de aliados poderosos no hay más recurso que la desobediencia civil, resistencia cívica, no-cooperación, acción directa no violenta o como cada cual prefiera llamar al desacato de las imposiciones del PCC.

Los comunistas no juegan al ajedrez. Ellos practican el garrotazo cuando tienen el poder. Cuando son partido de oposición se presentan como la solución civilizada, justa y necesaria que muchos pueblos han comprado para su desgracia como confirma la Historia Moderna.

En consecuencia no habrá movida de fichas políticas, ni reformas auténticas, ni signos hacia la democratización en Cuba hasta que se presione en este sentido con la fuerza necesaria. Razón por la cual disidencia y oposición deben aliarse y urgentemente coordinar acciones de resistencia cívica pues de lo contrario podrían recibir jaque mate por parte de su inmovilismo generalizado.


Enlaces relacionados:

1) http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/noticias/zapatero-ee-uu-ha-adoptado-medidas-positivas-pero-a-la-habana-le-toca-mover-ficha-180908

2) http://latino.msn.com/noticias/articles/ArticlePage.aspx?cp-documentid=19285574

3) http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=78328

4) http://diccionarios.elmundo.es/diccionarios/cgi/lee_diccionario.html?busca=dialogar&submit=+Buscar+&diccionario=1

5) http://www.cubanet.org/ref/dis/const_92.htm



*Lázaro González Valdés, Exprisionero político (conciencia) en Cuba, fue uno de los cinco ejecutivos principales de Concilio Cubano y fue detenido durante la ola de arrestos que fue causa parcial de la no celebración del Concilio Cubano en 1996. Actualmente reside en Miami y continua contribuyendo a la causa de la libertad de Cuba, dirige la página de Internet Semanario a Fondo, Dirige S.O.S. Justicia, organización encargada de recoger denuncias de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el actual sistema comunista en Cuba para en su momento oportuno tornar dichas denuncias a los tribunales competentes.