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Artículos
Presidio Político, primera línea de la
Desobediencia Civil.
Por Lázaro González Valdés*
Por justo y ético se debe comenzar recordando esa época de la historia
cubana reciente en la cual nadie escuchaba porque unos ignoraban los
horrores que otros cometían y ocultaban con dolo, ese que algunos llaman
“presidio histórico” adjetivo este que prefiero sustituir por el de
“inicial” pues creo que todo compatriota encarcelado por motivos
políticos desde 1959 a la fecha es prueba encarnada, testigo histórico
del ilegal sistema de gobierno impuesto en Cuba por los comunistas así
como de la criminalidad y sadismo de ese ilegal grupo político.
En el inicio hombres como Pedro Luis Boitel fueron asesinados por la
misma garra que no hace mucho liquidó a Pedro Bienvenido Armenteros Laza.
Por tanto son mártires de la misma causa, héroes de la misma historia
aunque hayan salido de la vida en fechas distantes, en circunstancias
diferentes.
El presidio político cubano es uno sólo e indivisible. Es el combustible
que nunca le ha fallado a la llama de la rebeldía. Es la esperanza
libertaria eternizada con el dolor de la condena injusta y los tratos
inhumanos. Es el mundo de la denuncia irrefutable y del horror ilimitado.
“Si existiera el Dios providente, y lo hubiera visto, con la una mano se
habría cubierto el rostro, y con la otra habría hecho rodar al abismo
aquella negación de Dios” -dijo José Martí del presidio político en
tiempo de España colonial y tiene vigencia en esta era de opresión
comunista.
Honor imperecedero el de esos compatriotas del presidio político inicial
que ahora vemos en Miami, en la Casa del Preso o en otras asociaciones,
en las actividades patrióticas, en las emisoras de radio donde con voz
temblorosa por los años pero vibrante por tanta dignidad humana convocan
a la libertad plena, se oponen a todo plan que contemporice con la
alimaña comunista y rechazan de plano cualquier intento solapado de
perdonar los condenables crímenes del castrismo.
La obra de rebeldía de aquellos presos políticos es la semilla que hoy
germina vigorosa en el eterno presidio político en que ha sido
convertida nuestra patria con la anuencia de organizaciones
internacionales corruptas y con la complicidad de intereses extranjeros
que inexorablemente tendremos que erradicar si queremos restituir la
democracia en algún momento no precisado por ahora.
A pocos días de haberse creado el Frente para la Libertad Total de Cuba,
cuya único procedimiento posible en este período es la desobediencia
civil, creo recoger el sentimiento unánime de los integrantes de este
movimiento al declarar que el presidio político ha sido, es y será la
primera línea en esta lucha y donde precisamente se originó este tipo de
enfrentamiento cuando el fusil fue arrebatado por la pírrica y temporal
victoria de los carceleros de la nación cubana.
No tenemos que convocar al presidio político porque él está en esta
pelea desde el primer combate y porque su ejemplo de no claudicación es
el faro que guiará a la armada de la resistencia cívica hasta el puerto
de la victoria.
*Lázaro González Valdés,
Exprisionero político en Cuba, fue uno de los cinco ejecutivos
principales de Concilio Cubano y fue detenido durante la ola de arrestos
que fue causa parcial de la no celebración del Concilio Cubano en 1996.
Actualmente reside en Miami y continua contribuyendo a la causa de la
libertad de Cuba, dirige la página de Internet Semanario a Fondo.
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