|
|
Artículos
Venezuela como ejemplo.
Por Luis Tornés Aguililla.
Y no esperemos nada del mundo pues nadie sangra por la herida
ajena.
El reciente « NO » venezolano al referendum
organizado por Hugo Chávez nos prueba con claridad que la movilización
del pueblo puede poner coto a las intenciones dramáticas de un grupo de
personas que, a la sombra de instituciones, intenten arrastrar un país
hacia la negra y larga noche del totalitarismo.
Valga aclarar aquí que la realidad política de Venezuela no tiene nada
que ver con la dictadura institucionalizada en Cuba porque Chávez tiene
que vérselas con una oposición cada día más organizada y económicamente
fuerte en medio de un contexto que, a pesar de las agresiones ( actos de
repudio en versión venezolana ) es indiscutiblemente un contexto
democrático, al menos formalmente.
El « NO » a Chávez ha sido una señal del pueblo venezolano como
si de momento ese país amigo hubiese comprendido que una cosa era jugar
al guevarismo y otra, muy diferente, era embarcarse en una cubanada sin
nombre que, en el caso de Venezuela, hubiese terminado quizá en una
dramática guerra civil de estilo colombiano.
¿ Qué nos enseña el « NO » venezolano a los cubanos?.
Lo primero que podemos imaginar es que la intención de Raúl Castro y de
su gente oscilará sistemáticamente entre el mantenimiento en Cuba de la
realidad dictatorial actual y la promoción lenta y medida al milímetro
de sólo un contexto con viso democrático y de baja intensidad en función
de las señales que los cubanos les hagan llegar a Raúl y a sus amigos.
Bajo el gobierno de Raúl Castro, de Lage, de Ramiro Valdés y de los
otros pontífices del castrismo, nosotros los cubanos no podemos esperar
absolutamente ninguna facilidad o medianía que no tenga como base un «
NO » permanente de la población expresado cada día y en cada momento en
las más múltiples formas.
Nuestro objetivo es lograr esa « masa crítica » del nivel de oposición
que los gobernantes cubanos desean evitar a toda costa para no perder el
control de « la cosa » y para lo cual, les es indipensable truncar la
creatividad y la capacidad financiera del cubano de a pie que ha de
quedar, ad vitam aeternam, esclavo de un circuito cerrado controlado por
la maquinaria de Estado.
Hay una realidad palpable e incrementada por los dispositivos del Estado
en nuestro país para frenar el nacimiento de todo terreno propicio a la
reflexión de la gente sobre un futuro fuera del contexto dictatorial y
podemos afirmar que los extraños nombres de pila : Usnavy, Yuyumí,
Yanalí de la Caridá Pía y tanto otros más vienen del fondo de la misma
nasa infame en que se encuentran la « pipa pública de cerveza » y los
hombres sin camisa que caminan por las calles de Cuba envueltos en un
castellano parabólico y onomatopéyico en el que cada varón tomará la
precaución de no pronunciar las « S ». ¡ Vamos, nada es casual !.
Como el futuro se prepara ahora mismo, la juventud cubana de este
decenio 2000-2010 tiene retos relativamente simples : ver el mundo pasar
delante de sus narices o mandarle a Raúl Castro una señal clara, fuerte
y permanente para que sea posible vivir libre en aquella isla.
Norte de Francia. Diciembre de 2007.
|
|