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Artículos
Vivir de Cuba.
Por Jay Martínez*
En el exilio existen cubanos a los que les conviene que Castro continúe
en el poder. Este ha sido un tema que nos transmiten muy a menudo los
lectores del Semanario Opositor así como los oyentes del Programa Radial
Magazine Cubano.
Me voy a detener en este asunto el cuál se trata raramente en los medios
de prensa plana del exilio.
Cuando conversamos telefónicamente con los disidentes y opositores de la
Isla nos transmiten que no tienen recursos básicos para llevar a cabo el
quehacer opositor diario. Se trata de necesidades materiales que a
nosotros en el exilio nos cuesta trabajo imaginar.
En Cuba se convierte en un problema desde comprar papel para escribir
hasta conseguir transporte y trasladarse varios kilómetros a cubrir una
noticia.
Cada 20 de Mayo, durante los pasados cuatro años, la administración del
Presidente Bush anuncia con bombos y platillos sobre la ayuda financiera
a la oposición. Durante años vemos como la miseria y la desesperación ha
obligado a talentosos periodistas y valientes disidentes escapar de la
Isla ya sea en balsas o a través del programa de refugiados políticos.
A su vez, la propaganda del régimen de La Habana, no se cansa de
cacarear que los opositores son mercenarios a sueldo del Imperialismo.
Gran paradoja esta que aqueja a la Isla pues por otra parte los grupos
de exilados no pueden enviar dinero cash a los disidentes debido a las
restricciones del embargo a Cuba.
¿Entonces, podríamos concluir que el tema cubano sólo sirve para avivar
campañas políticas y obtener el voto de la importante comunidad cubana
en La Florida?
A continuación les transmito palabras de un periodista independiente en
la Isla, el cuál me autorizó a publicar una parte de un email que me
envió hace unos días: “Hermano, Jay, te comuniqué que en la Oficina (de
Intereses) me daban la oportunidad de descargar la memoria de la cámara
fotográfica a la computadora pero hoy cuando fui a descargarla me
dijeron que no se puede, que hay problemas. No me quisieron dar más
explicaciones. Para lograr hacerlo en la calle me cuesta muy caro y no
tengo dinero, estoy pasando tremenda crisis. Yo no recibo ayuda de nadie
en el exilio...”.
Este es un testimonio de que los fondos millonarios asignados
supuestamente para ayudar a la transición en Cuba terminan en las arcas
de las mismas organizaciones de siempre unas en Washington otras en
Miami o Nueva York. Todas dirigidas por cubanos que conocemos llevan
muchos años “luchando” desde una Oficina a todo lujo, con alfombras, y
aire acondicionado equipadas con computadoras modernas, teléfonos,
páginas Web Interactivas con información obsoleta y atrasada, celulares
de satélite y una jugosa cuenta de banco que les permite viajar a todo
el mundo a dar conferencias y a difundir la problemática cubana
hospedándose en lujosos hoteles y por supuesto solicitando recibos que
luego pagara el Tío Sam, mientras la disidencia en Cuba es víctima de
esta realidad tan asfixiante.
Todos sabemos que en Cuba los verdaderos opositores se están muriendo de
hambre y esto es una realidad que nadie puede negar. Recuerdo que
alguien una vez me dijo que todo lo que se estaba haciendo para liberar
a Cuba en el exilio era puro entretenimiento, y esto es cierto, pues
hasta que no tomemos conciencia que la verdadera lucha esta en Cuba y no
en Miami montando ministerios y empleando a familiares trabajando todos
con sueldos de ejecutivos, que no conocen nada de la realidad cubana, no
se logrará los cambios que todos anhelamos.
Es doloroso ver como los opositores y periodistas independientes se van
de Cuba y llegan al exilio y la mayoría coinciden en que se fueron
porque no recibían apoyo, porque los recursos económicos no les llegaban
y les resultaba difícil alimentar a su familia.
Por otro lado, hemos encontrado “líderes en el exilio” que manifiestan
que su labor es dentro de Cuba cuando la mayoría no hace ni una llamada
telefónica a la Isla. Al parecer algunos pretenden ayudar a la oposición
desde una cómoda oficina en Miami o tomando café en el Versalles. O
quizás, intentan manipular a los disidentes jugando Play Station como si
la oposición usted la pudiera cambiar a su antojo mediante un control
remoto.
Claro, también existen otros que, por suerte son la mayoría, que
trabajan incansablemente día y noche los siete días de la semana por
Cuba y no reciben ni un centavo, por el contrario, ponen de su propio
bolsillo dinero para poder pagar los gastos que esta actividad les
ocasiona.
Si miramos en la Internet el noventa y cinco por ciento de las páginas y
diarios que más se visitan y más molestan al régimen son aquellas que
realizan los verdaderos patriotas cubanos que no reciben ayuda monetaria
de nadie. Todo lo hacen por un verdadero amor a Cuba. Lo mismo ocurre
con las publicaciones.
Quisiera agregar que cuando alguien les solicita ayuda a estas personas,
aquellas que si reciben dinero, la respuesta es siempre la misma:
“Nosotros lo que apoyamos es lo que sale de Cuba. Lo nuestro es con los
que están en la lucha allí dentro”.
¿Alguien podría decirme como caerá Castro con una oposición política
hambrienta y sin los recursos materiales mínimos? ¿Será que a algunos no
les conviene que se caiga Castro porque entonces seria el fin de sus
ministerios y no les interesa aumentar la incidencia de la oposición
dentro de la Isla? ¿Alguien podría contestarme que sentido tiene
anunciar a todas luces los millones de dólares de ayuda a la disidencia
mientras que los opositores en la Isla se están muriendo de hambre?
Son tantas las interrogantes que estoy seguro darían para varios
artículos. Reflexionemos y saquemos nuestras propias conclusiones.
*Jay Martínez, es director del
programa de radio Magazine Cubano, en Puerto Rico.
jay@coqui.net
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