|
|
Artículos
Ambigüedad escorada a la izquierda.
Por Orlando Fondevila
Desde estas mismas páginas libres de “La nueva Cuba” he sostenido dos
polémicas. Una, motivada por mi sistemática beligerancia crítica hacia
esa zona de la política y la ideología que conocemos como la izquierda;
la otra, un tanto derivada de la anterior, por mis tempranas sospechas
de que el gobierno socialista de España modificaría de manera sustancial,
haciéndola cercana a la complicidad, las relaciones políticas del Reino
hacia la tiranía cubana. Mi beligerancia para con las posiciones
políticas de la izquierda, o de las izquierdas, se consolida cada día
como consecuencia de mis observaciones de su comportamiento en cualquier
parte en relación con los principales problemas de nuestra época. Pero
de eso trataré en otro momento. Ahora me ocuparé de lo que creo son
confirmaciones de mis sospechas de que el Gobierno Zapatero, aunque de
manera ambigua, o sinuosa, se escora cada vez más a favor de lo que
interesa a la tiranía de Castro.
Atengámonos a los hechos. Desde el primer momento de su llegada al poder,
el Gobierno Zapatero ha dejado claro que su labor al frente del
Ejecutivo estaría signada, y así lo ha hecho –al menos en estos primeros
tres meses- a demoler toda la política exterior del anterior Gobierno
Aznar. De la política interior no hablaré porque, aún cuando me parece
descaminada y confusa, no es la que más me preocupa como cubano.
El señor Miguel Ángel Moratinos (que por acá llaman Desatinos) ha dejado
claro que se revisaría la política hacia Cuba, y precisó que se
insistiría en el tema de los derechos humanos, pero huyendo de la
confrontación y buscando el diálogo. Por supuesto, tanto Moratinos como
Zapatero saben que con Castro sólo puede haber monólogo (el interminable
de Castro), o en el mejor de los casos un estéril cruce de monólogos, en
el que Castro oye sin escuchar y habla sin parar de lo que él quiere.
Poco después, para demostrar la política de no confrontación, el Gallego
Fernández, principal perrillo de Castro para sus relaciones con España,
fue amablemente recibido por José Blanco, poderoso organizador del PSOE,
y Trinidad Jiménez, secretaria de relaciones internacionales del Partido.
Aunque la reunión fue muy discreta, se sabe que en el próximo otoño
ambos líderes visitarán Cuba. Fernández y Trinidad Jiménez afirmaron la
voluntad de ambos gobiernos de desarrollar las relaciones entre los dos
Gobiernos, Partidos y pueblos. De más está decir que ya están
acondicionadas las residencias de protocolo que les albergarán y
preparados los paseítos por lugares de interés ¿histórico? y por
escuelas y hospitales maravillosos. Todo terminará con fotos y abrazos
después de una larga y “fascinante” noche de plática con el Comandante.
Regresarán muy complacidos. ¿No me creen? Admito apuestas.
El Gallego criadito de Castro recorrió toda España y se entrevistó con
los representantes de todos los partidos de la izquierda plural. Lo dejó
todo bien atadito, tanto que de inmediato el Bloque Nacionalista Gallego
(marxista) presentó una proposición al Parlamento español, que fue
aprobada con los votos en contra del Partido Popular, en la que se
condenaba, cómo no, la “injerencia” norteamericana en los asuntos
internos de Cuba con una retórica que más bien parecía un editorial del
Granma. Ni una palabra sobre derechos humanos, presos y otras majaderías.
Seguidamente, el Secretario General de las Juventudes Socialistas y
miembro de la dirección del PSOE, se fue de visita a Cuba. Se declaró
maravillado con los impresionantes logros sociales de la revolución;
incluso dijo que había mucho que aprender de la experiencia cubana. ¿Los
disidentes? ¿los presos políticos y de conciencia? ¿las torturas en las
más de 200 cárceles cubanas? ¿la falta de derechos y la represión? No.
Al encantador líder juvenil socialista español le preocupan otras cosas,
que por cierto comparte con el régimen castrista, tales como la guerra
de Irak, el que no se aplique la pena de muerte al pobrecito Saddam, las
torturas de Abu Ghraib y esas cosas.
Y como colofón, lo que realmente les interesa. Los días 28 y 29 de junio
se celebró en La Habana la reunión del Comité Empresarial Hispano-Cubano,
después de una interrupción de más de un año motivada por el enrarecido
ambiente político. Ahora el ambiente es claro y fresco. Se sabe que los
empresarios se encuentran muy felices y tienen grandes esperanzas de
poder cobrar viejos adeudos. ¿Los trabajadores cubanos? Pues que
trabajen. Que aplaudan y que estén calladitos.
Mientras tanto, Zapatero le envía una carta a algunos familiares de
presos solidarizándose con ellos. Con buenas palabras y sonrisas. A lo
mejor Castro le envía de regalo a alguno a Madrid. Ya en su día lo ha
hecho con Felipe González, con Miterrand y hasta con el provecto Manuel
Fraga.
Todo esto ha ocurrido en sólo tres meses de gobierno socialista. El
escoramiento a la izquierda, a favor de Castro, es evidente. Seguiremos
informando.
Una reflexión final. Tal vez sea lo mejor. Tal vez sirva para que
algunos, como se dice en Cuba, “se caigan de la mata”
|
|